Una citología vaginal es una prueba que se lleva a cabo para el estudio de las células pertenecientes al cuello uterino de la mujer. Para ello, se le introduce un cepillo y una espátula con el objetivo de realizar un raspado suave en el cervix para tomar la muestra.
A partir de esta prueba, se puede detectar la posible existencia de lesiones pre malignas o malignas como el cáncer cérvico uterino e incluso infecciones vaginales, como el cáncer cérvico uterino, y así poder llevar a cabo un tratamiento lo antes posible para su cura y mejoría.
Actualmente, los médicos aconsejan comenzar a realizar una citología vaginal a partir de los 21 años, o también antes si se han mantenido ya relaciones sexuales, y repetirla al menos cada 3 años hasta los 65 si se han obteniendo resultados normales en las últimas realizadas.
Además, se recomienda no realizar la prueba a mujeres que no hayan mantenido antes relaciones sexuales ya que algunos cánceres se asocian a una previa infección por el VPH (Virus del Papiloma Humano) y el cual se transmite a partir del mantenimiento de éstas.
Hay casos concretos, en los que se sugiere hacer la prueba anualmente para llevar un mayor control. Principalmente en el caso de mujeres que:
Tengan una vida sexual muy activa.
Sus citologías anteriores hayan sido positivas.
Posean verrugas genitales a causa de sufrir del VPH (Virus del Papiloma Humano).
Tengan antecedentes de haber padecido alguna enfermedad de transmisión sexual.
¿Debo de tener en cuenta ciertos aspectos antes de realizar la citología vaginal?
La respuesta es sí.
No conviene ir a la cita cuando se está menstruando, ya que esto podría impedir la interpretación de la muestra extraída.
Evita mantener relaciones sexuales hasta 48h antes.
No realices lavados internos.
Evita usar tratamientos como óvulos, cremas o espermicidas los días previos a la prueba.
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