El cáncer de mama es una de las enfermedades que no distingue color de piel, credo, estrato social y edad en Venezuela, ocupando uno de los primeros lugares en la causa de muerte en mujeres.
El aumento de casos, de acuerdo a SENOS AYUDA, representa un problema de salud pública, por lo que se estima que, al día son detectados 19 nuevos casos, de los cuales 15 ya están avanzados y 7 mujeres fallecen por día.
Para afrontar este calvario hay que llenarse de valor, pensar que no es sinónimo de muerte, sino de una nueva oportunidad que la vida presenta, mientras sea atendida con tiempo.
Según la data que maneja la Fundación de Pacientes Oncológicos de Venezuela (Fundapov) el cáncer de mama ocupa el 86 por ciento de los casos oncológicos en el país. El balance más actualizado refiere que 48 mil 160 mujeres padecen esta enfermedad, de un aproximado de 56 mil casos de cáncer a nivel nacional.
Al detectarse los tumores, la familia suma a la batalla por la vida. Es un cuadro de salud que requiere de innumerables gastos, bien sea por la logística de los viajes a ciudades como Caracas, Cumaná y Maracaibo, o para los tratamientos de quimioterapias y radioterapias.
En un artículo publicado en La Prensa de Lara, pacientes y familiares deben conseguir un mínimo de 100 dólares para un chequeo médico, o de acudir a espacios públicos sortear en un mar de dificultades para los análisis correspondientes.
Optar por tratamiento privado tiene un costo de 400 dólares para garantizar la sesión de quimioterapias y hasta tres mil dólares para radioterapia. Quienes no cuentan con los recursos necesarios dependen de Dios; 2 mil 800 mujeres pierden la batalla al año, en cuyo mismo período unas 7 mil reciben el diagnóstico.
SENOS AYUDA indica que los hombres no escapan de este flagelo y representan el 2% de los casos que se detectan en el país y la mayoría de las veces están en fases avanzadas, debido a la falta de información.
SENOS AYUDA asegura que un diagnóstico a tiempo y en tratamiento, del 90 a 97 por ciento de los casos pueden ser superados.
Para ello, Marisol Rojas, coordinadora del programa Senos Educa explicó que la detección precoz se hace a través de tres aliados, primera la mamografía (toda mujer mayor de 40 años), ir al médico (una visita anual al internista o ginecólogo), y el autoexamen, pero recalcó que no hay que quitarle importancia a la mamografía.
Destacó que «la prueba por excelencia para la detección del cáncer de mama es la mamografía».
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