Desde hace unos diez meses, algunas familias de Maturín han utilizado las mismas tumbas para sepultar a sus difuntos en el cementerio de Parari en vista que el camposanto ya no cuenta con espacios para cavar más fosas.
Así lo denunció el abogado defensor de los Derechos Humanos, Luis Villafranca, quien a través de Twitter alertó de la precariedad que existe en el camposanto desde principios de 2020.
“La falta de espacios para abrir nuevas fosas obliga a las personas a sepultar a los difuntos encima de otros”, señaló. Acotó que los costados del cementerio que sirve a las parroquias La Pica y Las Cocuizas son terrenos baldíos que podrían ser utilizados para más fosas, más sin embargo, están siendo invadidos.
“Desde hace ocho meses cerca de unas 5 familias invadieron unas construcciones del Gobierno que quedaron a medias como hace 4 años, y estas están a escasos metros del camposanto”, agregó al ser consultado sobre la situación a través de un contacto vía Whatsapp.
Dijo que actualmente los sepelios se han estado realizando sin la respectiva permisología. “Allí prácticamente no hay autoridad que esté vigilando constantemente el camposanto o que haga la respectiva documentación para el entierro”, explicó. Del mismo modo, explicó que aún cuando existe un Consejo comunal, el mismo ha hecho caso omiso.
Por consiguiente, hizo un llamado a la Alcaldía de Maturín para que se aboque a resolver la problemática que presenta el camposanto desde principios de año.