En momentos en que Venezuela regresa al esquema del 7×7 por la pandemia después de días de flexibilización, el Presidente de la República Nicolás Maduro nuevamente culpo a las sanciones de impedir que se pueda ejercer un trabajo mas adecuado para controlar el Covit 19
Sus palabras tuvieron como escenario una intervención virtual ante las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde dijo que su país afronta más de 450 medidas punitivas que buscan “ejercer una presión desmedida y una persecución” en su contra, con el fin último de provocar un cambio de gobierno
Venezuela regreso este lunes al esquema 7+7 que comprende una semana de confinamiento radical y otra de flexibilización. Maduro aseguro « si entre todos nos cuidamos, cuidamos a la familia, la patria y la vida, podemos derrotar al virus”.
Vacuna y sanciones
La aplicación de la vacuna rusa también ha traído polémica por cuanto se cuestiona que entre los grupos prioritarios se ubique a los miembros de la Asamblea Nacional , sobre el particular el Presidente de la República comento que la llegada del primer lote de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus representa una buena noticia para los venezolanos, pues, subrayó, este es el fármaco más efectivo del mundo contra el virus.
“Es la vacuna más segura del mundo, comprobada en Venezuela, comprobada en el mundo, es la vacuna más pedida y demandada. Tiene una efectividad de 92%, de acuerdo con lo que he estudiado. De cada 100 vacunados 92 son inmunizados”, dijo.
Maduro, aseguró este lunes que las sanciones internacionales, que incluyen el bloqueo en el exterior de activos pertenecientes a su país, están impidiendo que su país ofrezca una mejor respuesta a la crisis social y sanitaria causada por la pandemia del covid-19.
El gobierno cifra en al menos 30.000 millones de dólares los activos a los que no puede acceder por las restricciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea y que –según el mandatario- servirían para cubrir necesidades básicas de la población.
“Los secuestradores de los activos y recursos del Estado venezolano han demostrado una gran crueldad, incluso en circunstancias de pandemia, desacatando los llamados de la comunidad internacional”, dijo Maduro al Consejo de Derechos Humanos, el foro internacional más importante en este ámbito y que se celebra desde Ginebra en formato esencialmente virtual.
La Oficina de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, consideró en el pasado que las sanciones financieras contra Venezuela no son la forma más eficaz de propiciar la colaboración del régimen de Maduro. Una misión de investigación creada por mandato del CDH y que trabaja bajo el amparo de la Oficina de Bachelet corroboró graves violaciones de los derechos humanos en Venezuela, incluyendo eventos que pueden representar crímenes contra la humanidad y de los que altos responsables del gobierno habrían sido cómplices.
Maduro prometió colaborar con el CDH, pero mantuvo su posición de rechazar “cualquier mecanismo inquisidor que pretenda usar la causa de los derechos humanos como herramienta política”, señaló que se trata de “provocaciones ideologizadas” que no perturbarán la colaboración que ha empezado su régimen con la Oficina de Bachelet, que por ahora se limita a la presencia de un puñado de observadores que hacen un seguimiento de la situación desde dentro del país.
No obstante, el objetivo de Bachelet es establecer una oficina en Caracas, que pueda trabajar de forma independiente y con un alcance más amplio, lo que Maduro no acepta hasta ahora.
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