Las personas con trastornos mentales no tienen dolientes en el municipio Maturín, cada día son más los que andan a la buena de Dios, sin el apoyo de sus familiares ni mucho menos del estado venezolano.
Deambulan a toda hora en las calles de la capital de Monagas, sea de día o de noche, por ahí andan con sus necesidades al igual que muchos monaguenses, pero a estos no tiene nadie que les eche la mano en ningún momento de sus vidas.
Pareciera que fueron “lanzados” a la calle, sin remordimiento alguno de las cosas que puedan sufrir estas personas con evidentes trastornos mentales, muchos andan sin ropa, y cargando lo que consigan en los cúmulos de basura que abundan en muchos rincones de la ciudad.
En un recorrido realizado por el equipo reporteril de El Periódico de Monagas, solo en el casco central de la ciudad se contabilizaron al menos 20 enfermos mentales, muchos de ellos pidiendo dinero o alimentos, otros manteniendo diálogos incomprensibles o reviviendo escenas de su vida antes de terminar en situación de calle, que los aleja de la realidad.
Otros enfermos mentales son agresivos con los transeúntes de la ciudad, a quienes lanzan insultos e improperios si se les cruzan en la vía pública. A pesar de esto, difícil entender para muchos la situación por la que atraviesan muchas de estas personas, que a la falta de medicamentos para tratar su condición de salud, se les hace muy difícil poder controlar sus impulsos.
Maglys Lozada, residente de Maturín, detalló que «es difícil ver a estas personas que fueron abandonas por sus familiares o por las autoridades regional y nacionales competentes en entregar el tratamiento y velar por el cuidado de estas personas, pero es demasiado duro lo que ellos tiene que atravesar diariamente».
«Hay que gente que los agarra para juego, sin saber si son agresivos o pacíficos, pero yo trato de comprender su situación y de ponerme en su lugar, ojala que las autoridades puedan tenderles la mano, y llevarlos al hospital psiquiátrico de Las Cocuizas», dice Lozada.
Hace unos meses el presidente del colegio de Médicos del estado Monagas, Hugo Febres, mencionaba que «en el hospital psiquiátrico de Maturín, las autoridades lo han dejado al abandono y a la buena de Dios, no se ha dado medicamentos para los enfermos mentales, además aseguró que la directora del centro asistencial trabaja con lo poco que tiene, para la atención de los pacientes».
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