El antiguo oficio de zapatero remendón se ha mantenido en el tiempo a pesar de la crisis que afecta el país en los últimos años. Sin embargo, los altos precios en los materiales ponen en riesgo que sigan existiendo.
Desde hace muchos años, zapateros tienen sus puestos informales en los alrededores de la iglesia San Simón donde trabajan reparando toda clase se calzado. Cuentan que luego de la flexibilización completa para los dos últimos meses del año, ha aumentado un poco la clientela.
“Los materiales están bastante caros, un rollo de hilo según la marca y la calidad puede costar entre 25 y 50 dólares, mientras que un galón de paga cuesta $40. A pesar de que el dólar se ha mantenido un poco estable, los materiales siguen aumentado y a nosotros eso nos afecta porque tenemos que subir el costo del trabajo y por eso podemos perder clientes”, manifestó José Rojas.
Por su parte Félix Guerra quien también desempeña este oficio, cuenta que han tenido que aumentar sus precios hasta en 50% por la subida de los materiales. El costo mínimo para reparar un par de zapatos es de cinco dólares.
Actualmente usan caucho para colocar como suela, ya que original puede tener un costo de 15 dólares. A estos puestos acuden incluso funcionarios policiales y de la Guardia Nacional a mandar a reparar sus botas que están en mal estado y desde hace mucho tiempo no reciben dotaciones.
Esperan que el número de clientes aumente en las próximas semanas, pues ante los elevados precios del calzado nuevo, familias prefieren repararlos.