Desde hace al menos un año, unas cuatro familias viven en lo que anteriormente eran locales comerciales ubicados justo detrás de la Universidad Bolivariana de Venezuela tras ingresar para “recuperar los espacios”.
Julio César Figueroa, uno de los padres de familia contó que decidieron invadir los abandonados espacios que según dijo, estaba lleno de basura, escombros, además de ser una guarida de delincuentes y lugar para actos lascivos entre hombres.
“La situación nos llevó a la recuperación de este lugar que estaba deteriorado, tomado por el malandraje y poco a poco lo hemos ido recuperando. De noche nos turnamos para protegernos nosotros mismos, estamos más que todo por los niños”, dijo Figueroa.
Narra que antes vivía alquilado en una habitación en Las Brisas y en esa situación estuvo durante 18 años. Su último arrendamiento era de 15 dólares mensuales, pero debido a la crisis económica no podía seguir pagando.
“Aquí al menos hay agua, tenemos un tanque, servicio de cloacas y luz. Aquí hicimos lo que el gobierno no hizo, luchar contra la delincuencia; pasar por aquí después de las tres de la tarde era que te robaban”, agrega Figueroa.
Opinan los gremios
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela en Monagas, Jorge Luis Mujica, considera que esta situación es consecuencia de la desesperación de muchas familias o personas que al no tener donde vivir.
Por otra parte, advierte que desde algunos sectores del Gobierno se aúpan este tipo de actividades generando caos y nerviosismo en la ciudadanía, amparados bajo el abuso de poder utilizando la necesidad de la gente que no cuenta con una vivienda propia.
“Los propietarios que han sido víctimas de esta situación deben hacer uso de ese derecho y acudir a las instancias pertinentes.”, remata.
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