Alirio Reina vecino del sector La Manga, de Maturín, acudió a nuestra sala de redacción para denunciar una situación irregular con la venta de gas doméstico que hubo el pasado 31 de diciembre en su comunidad. Los cilindros llegaron con remiendos caseros, representando un grave peligro.
El hombre explicó que al momento de instalar el cilindro comenzó a fugar; no era por mala conexión ni mala manipulación. El gas se botaba a gran propulsión, por el conector del sistema.
Contó el denunciante que al momento revisar la válvula del cilindro descubrió que esta tenía un cable en forma de anillo en sustitución de una goma que hace contacto con el regulador y evitar que fugue.
“Hemos tenido dos accidentes ya por fugas de gas. Nos están matando. Queremos que tomen cartas en el asunto y mayor precaución”, aseveró Reina.
Aunque Alirio no realizó señalamiento alguno hacia ninguna persona o empresa, hizo un llamado de atención a los trabajadores de Gasmaca puesto que al momento del llenado los cilindros deben ser evaluados por expertos en la materia; determinar de esta manera si se encuentra o no en condiciones para ser distribuidas en las comunidades.
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