Albert Camus dijo que el periodismo es el oficio más bello del mundo. El trabajo periodístico se realiza en su mayor parte mediante una dedicación oscura, anónima y sacrificada. Muchos de nuestros lectores nunca han visto presencialmente a nuestros periodistas, no saben quiénes son, como llegaron al periodismo y se transformaron en periodistas. En esta oportunidad, al celebrarse el Día Nacional del Periodista, le mostraremos a quienes hacen posible ese trabajo que ustedes ven reflejado todos los días. Dos coordinadores con vasta experiencia y con un bagaje profesional grande se dedican a darle forma a las notas que llegan a la redacción. Ellos son Alberthina Centeno, sobre quien recae el peso de la redacción, y la acompaña Régulo Párraga. Nuestros reporteros Jefferson Civira, Omar Padrón José Alexander Pinango y Ana Marcano, así como quien ha dirigido este diario y ahora desde afuera incluye sus trabajos en el quehacer diario de la noticia, Ernestina Herrera.
Antes de presentarles a ellos con sus historias, es bueno considerar que esta dedicación a la profesión no admite la diversión; el periodista se divierte haciendo de periodista, uno es periodista las 24 horas del día y no puede dejar de pensar y actuar como periodista siempre y en todas partes.
La condición de trabajo de nuestros periodistas representa una de las profesiones más comprometidas y exigentes del mundo. Estos jóvenes periodistas, nuestros reporteros, sobre todo ellos; están llenos de ese estímulo que le dan ustedes, nuestros lectores, y ahora, con las complicaciones de la pandemia, esa dedicación se ha acentuado al máximo. Ellos nunca han dejado de informar, no importa las complicaciones que se presenten, y han aceptado el reto de una complejidad noticiosa cada vez más exigente. Es un gusto para mí escribir en primera persona sobre estos testimonios.
Soy egresada de la Universidad Central de Venezuela con 44 años ejerciendo el periodismo. Se pudiera decir que formo parte de aquella desaparecida generación de periodistas de la máquina de escribir. Aún sigo ejerciendo el periodismo impreso y el periodismo radial. Me hice periodista por la influencia de mi padre, lector acérrimo de periódicos, aun cuando curse inicialmente la carrera de letras. Después cedí a lo que ha sido mi pasión, sorteé los inconvenientes de asimilar una compleja profesión con mi rol de madre de tres hijos. Fui reportera por casi 20 años y trabajé todos las fuentes, desde sucesos, que hace 40 años no la “pateaba” una mujer, hasta política, ciudad, economía… Labore en los diarios El Nacional, 2001, reportera fundadora, El Nuevo País, Reporte de la Economía. Me vine a Maturín a seguir siendo periodista, ya en rol de Directora, me forme para esas lides desde la calle primero y después en las Jefaturas de Información, en Maturín por poco tiempo dirigí El Sol y soy directora fundadora de El Periódico de Monagas, seguí reporteando como corresponsal en Monagas de El Nacional y después de Ultimas Noticias. Soy testimonio viviente y presente de cómo evolucionar, considero que las nuevas tecnologías están modificando las formas de quienes hacemos periodismo y cómo lo hacemos. Hoy tenemos una forma distinta de trabajar, pero la esencia sigue siendo la misma: hacemos periodismo. Las redes sociales han permitido que surjan nuevos generadores de contenido. Defiendo la crónica y el periodismo humano y para la gente, aunque considero fundamental la fotografía, la infografía, el podcast y cualquier herramienta tecnológica, me veo siempre haciendo periodismo, no me puedo interpretar a mí misma sino de esa manera.
Soy Alberthina Centeno. Monaguense, graduada en La Universidad del Zulia. Soy de Caripe, la tierra de la Cueva del Guácharo.
Me gradué en el año 1999 desde siempre he ejercido mi carrera en medios locales. Hoy, después de 7 años de estar en stand by vuelvo a los medios y por segunda a vez a El Periódico de Monagas, donde vengo ejerciendo una tarea orientadora con un excelente equipo de profesionales, todos jóvenes, chamos y con muchas ganas de aprender. Siento que mi estadía como docente universitaria por ocho años en la UDO Monagas me sirve también para apoyarles en lo que más les gusta.
Soy mamá de Juan Alvarez, un chico de 20 años que ama el periodismo, que pareciera lo lleva en el ADN. Agradecida con Dios por cada oportunidad que me da.
Soy hermana de dos, Luis y Elybeth; hija de Beatriz Centeno y Alberto Rodríguez.
Arraigada en Maturín, a veces quisiera salir del país. Pero me ata el corazón. Y siempre digo: Si estoy aquí aún, y después de tantas cosas, es porque Dios lo ha permitido… Creo en los planes de Dios y creo en su única voluntad.
Un veterano colega que me sirvió de mentor en mis primero días como reportero, hablando de los pro y los contra de nuestra profesión, me dijo en una ocasión. “El Periodismo es como una mala mujer, te hace sufrir, pero nunca la puedes abandonar”. Pese a la carga de cinismo benevolente de esta frase, el tiempo se ha encargado de mostrarme en toda su profundidad lo acertado de la frase, pues el ejercicio periodístico implica un sinnúmero de frustraciones que solo pueden ser soportadas por el hecho que también conlleva un sinnúmero de satisfacciones profesionales y personales. Algo, sin duda, muy difícil de encontrar en otra actividad intelectual o física del ser humano.
A este mundo frustrante y enaltecedor llegué por accidente hace casi 50 años y ya pasé de los 40 viviendo, y a veces mal viviendo, de él. Sin embargo, todos y cada uno de mis días como periodista han sido de una intensa plenitud vital, tanto en la calle, en el rol de impertinente reportero, como en la redacción, coordinando y planificando el día a día informativo.
Estoy plenamente convencido de que el Periodismo no es simplemente una profesión, el Periodismo es una forma de vida que integra todos los estamentos existenciales de aquellos que lo ejercemos. Se es periodista 24 horas al día, siete días a la semana y 365 días al año.
Omar padrón, de mis 26 años tengo unos cinco o seis años trabajando en medios de comunicación. En un principio no quería esta carrera, pero fue una opción en la OPSU y resulté seleccionado. Quería hacerlo en la UCV pero las condiciones económicas no eran las más estables y decidí aventurarme en la UBV. Este último año ha sido de grandes aprendizaje, mas cuando el valor vence al miedo y dar respuesta. Quién lo va hacer si no lo hago yo? Y todo mundo en su casa!.
Ejercer en este tiempo de pandemia no ha sido fácil. Como cualquier ser humano el miedo está presente, pero he dado un paso al frente tomando las medidas quizás con menor detalle como antes cuando se iba al campo, pero con nuevas formas y maneras….
Que deseo?
Seguir creciendo y seguir conociendo personas que sirven para sentarte para ayudarte y crecer con nuevas y buenas herramientas (he contado siempre con esa bendición).
Ser reconocido no solo por lo que escribimos, sino que ese texto no sea letra muerta y sirva para el beneficio y crecimiento de otros.
Aspiro alcanzar el respecto y confianza de la gente.
Soy la hija menor, tengo un hermano. En mi casa somos tres, mamá e hijos.
Tengo 22 años soy técnico en producción de medios de comunicación, casi licenciada. Estudié en la Universidad Bolivariana de Venezuela. En el año 2017 me inicie en el mundo de la radio con un programa juvenil transmitido por Caliente 102.9 FM. Al poco tiempo dejé de hacer el programa y, mientras terminaba mi carrera, me preparé en animación, hice cursos de locución y animé eventos de carnaval en Aparicio, municipio Piar, donde crecí y estudié hasta quinto año de bachillerato.
En el 2019 estuve en Caribeña 103.7 FM y ahora, en 2021, tengo la oportunidad de escribir para El Periódico de Monagas en medio de una pandemia donde todos estamos aterrados por el alto número de contagios y muertes. Pero yo soy periodista y mucho más allá del miedo tengo valor para informar a todos los que están en casa.
Una de las cosas más difíciles es escribir la cantidad de personas fallecidas en el mundo y los que piden a diario ayuda para poder superar la enfermedad. A nosotros los periodistas no nos importa meternos en la cueva del lobo, como dicen; somos guerreros, arriesgados y en esta pandemia hemos ayudado a todos los que están en casa leyendo, escuchando noticias. No nos hemos paralizado en nuestra labor de informar, incluso a veces nos creemos de hierro, pero así somos.
Mi hermano se llama José Daniel. Fui criada por la mejor mamá y gracias a ella soy profesional, por su amor, paciencia, educación y valores. Siempre me decía cuando pequeña: «Hija tienes que estudiar como yo lo hice». Ahora me doy cuenta que todos sus regaños eran por mi bien. Pasó el tiempo y no sé en qué momento crecí, ahora trabajo para ayudarla a ella y seguir siendo la familia de tres.
Tengo 4 meses trabajando en El Periódico de Monagas. Mientras otros duermen tengo que salir de casa junto a mis compañeros a esperar el transporte a las 6 de la mañana para informar a Monagas y al mundo todos los acontecimientos. Lo que muchos no entienden es que no tenemos horario de salida y mientras comparten con sus familias, nosotros estamos en un medio de comunicación escribiendo para un estado, para un país.
El periodismo para mí es mucho más que escribir, es investigar, analizar e informar de la mejor manera con amor para millones de lectores.
Ser parte de la Corporación El Periódico 104.5 FM es algo maravilloso, porque cada día me esfuerzo por mejorar y ser una excelente profesional; a veces nos equivocamos, porque también somos seres humanos y claro… Corregimos los errores nos hacen fuerte y, bueno, El Periódico es otra casa para mí, paso muchas horas escribiendo para el medio y para todos sus lectores.
Este es el tercer año que celebro con regocijo el Día Nacional del Periodista, formar parte de ese enorme grupo de comunicadores sociales en Venezuela ha sido el reto más grande en mi vida.
Y es que ejercer el periodismo se ve tan fácil, pero cuando te adentras en él, descubres que es mucho más de lo que imaginabas. Te conviertes en la voz de esa persona que busca su libertad de expresión.
Porque más allá de ser comunicadores, somos humanos que nos reflejamos en la piel de otras personas para transmitir la realidad que se vive en cada rincón de nuestro país y a pesar de los contratiempos, seguimos allí para cumplir con nuestro deber de informar con veracidad y eficacia. Como dice Jon Lee Anderson “la mejor arma de un periodista es la humanidad”.
Fue en abril de 2018 cuando inicié el periodismo en la Prensa de Monagas cubriendo sucesos, tiempo después se unieron las fuentes de salud, educación, ciudad hasta política.
Luego a finales del 2019 fui acogido por la familia de El Periódico de Monagas, gracias a Ernestina Herrera y he compartido buenos y malos momentos con ellos y aún me mantengo con esa finalidad de seguir llevando la información a cada uno de los hogares venezolanos.
Feliz Día del Periodista a mis compañeros, colegas y todos esos comunicadores que siguen en nuestra amada Venezuela luchando por informar a la población, así como también a los que marcharon a otros países en busca de un mejor futuro pero con el periodismo en sus venas.
Ya son siete años en el periodismo. Recuerdo que comencé siendo estudiante del séptimo semestre y los primeros meses fueron de muchos nervios porque no estaba acostumbrado a lo que eran ruedas de prensa, buscar noticias para cumplir con las pautas asignadas, pero en particular a la fuente que en principio le tenía pavor era a la de sucesos. La primera vez que me tocó cubrirla fue de terror, la luz se fue, se me borró todo el material que tenía escrito y en medio de la oscuridad me tocó escribir en un teléfono para adelantar algo y encima salió un accidente hacia la vía al sur y tuve que esperar que el fotógrafo llegara con la información porque no había suficiente cobertura donde estaba. Ese día salí tardísimo de la redacción de El Oriental, el primer medio que abrió la puerta como futuro periodista.
En los más de dos años que estuve en ese medio fueron muchas las experiencias vividas, una de ellas la recordé hoy cuando estaba en la Catedral de Maturín y es que justo esta fecha se cayeron unas torres en El Tejero y posteriormente me tocó ir a la iglesia y me conseguí que se estaba efectuando una boda en plena oscuridad, fue algo que me llamó la atención y que todavía recuerdo. No solamente he trabajado en medios de comunicación sino también con políticos, como el caso de Luis Eduardo Martínez en el 2017, un año muy convulsionado por las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. Significó muchos riesgos ir a marchas que en ocasiones (en el caso de Maturín) terminaban en represión, pero la adrenalina por informar te puede hacer olvidar los peligros que corres.
Mi experiencia en El Periódico de Monagas la puedo describir como un gran aprendizaje, con colegas de larga trayectoria como Ernestina Herrera, Lis Martínez, Régulo Párraga y Alberthina Centeno, quienes han aportado ese granito de arena y que de alguna forma he aprovechado para aprender un poco más de esta profesión tan increíble. Dentro de pocos meses cumplo cuatro años en esta empresa, agradezco primeramente a Dios que aún se mantiene abierta y aunque no estamos en la calle como antes, los periodistas seguimos luchando por conseguir esa información, pero ahora con la colaboración de la ciudadanía quienes son nuestros reporteros y con fotos y denuncias podemos dar a conocer lo que sucede en sus comunidades. ¡Seguiremos en pie!
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.