A Alexander José Morales, de 18 años de edad, lo hallaron muerto en el callejón Zulia de La Vega, muy cerca de su casa, el pasado domingo 30 de mayo. Su familia asegura que quedó en la línea de fuego de un presunto enfrentamiento entre policías y delincuentes.
Los balazos se escucharon luego del mediodía. En horas de la mañana, seis hombres armados llegaron a la calle El Carmen e ingresaron a la casa de Oswaldo Cartaya, un funcionario jubilado de la extinta Policía Metropolitana. Para esconderse de sus captores, el hombre subió a la azotea de su casa. En respuesta, los hombres se llevaron a su madre.
El hecho devino en un tiroteo que duró horas y que enfrentó a los presuntos delincuentes con cuerpos de seguridad como las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y la Dirección de Investigaciones Penales (DIP) de la Policía Nacional Bolivariana, y Policaracas. Al final, la mujer fue liberada sana y salva. En el hecho, los uniformados mataron a Dayán Mendoza Farías, apodado “Dayán”, señalado como miembro de la banda de La Vega que participó en el hecho.
Había ido a casa de su abuela
Familiares presumen que Morales murió en medio de la balacera generada por el secuestro. El joven había ido a la casa de su abuela en la mañana de ese domingo. Sus familiares no saben a qué hora salió de allá, ni tampoco a qué hora lo mataron. Lo único que supieron ese día es que su cuerpo yacía sin vida en la calle. Tenía un disparo en el costado izquierdo.
Morales estaba actualmente desempleado. Solía trabajar como obrero y esperaba empezar pronto en otra construcción junto con un familiar. Era el mayor de seis hermanos.
Por no querer unirse a una banda
El sábado hubo otros dos asesinatos en La Vega. Un adolescente de 16 años, llamado Weini Loyo, fue sacado de su casa por un grupo de hombres que desde hace semanas le insistía que se enlistara en un grupo armado que opera en la zona.
El muchacho se negó a esa propuesta. Presumen que esa respuesta fue el detonante del secuestro, así como el hecho de que sus captores provenían de la Cota 905. Horas después de que se llevaran a Loyo, apareció muerto en vía pública.
Estaba durmiendo cuando llegaron a sacarlo
Otro reporte de prensa señala el asesinato de José Carlo Castillo. Hombres con armas largas entraron a su casa, en Los Cangilones de La Vega, mientras dormía y lo sacaron semidesnudo, según el relato de su madre. A pocos metros de allí, lo mataron a tiros. Eran las 9:00 de la noche del sábado 29 de mayo.
Desde hace al menos tres meses los tiroteos en La Vega se han vuelto una constante. Una semana antes de estos hechos, Blanca Violeta Orellana Pérez, de 64 años, y Diego Alejandro Rivas Infante, de 16 años, murieron por balas perdidas en otro enfrentamiento entre bandas y uniformados en esa parroquia.
Entre enero y abril de este año 27 personas fueron víctimas de homicidio en La Vega, de acuerdo con datos recabados por Monitor de Víctimas
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