El rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE) Roberto Picón afirmó que las negociaciones en México y las elecciones del 21 de noviembre son procesos que, aunque van separados, tendrán incidencia uno en el otro al afirmar que si existe confianza o si el proceso de diálogo es exitoso, influirían de manera positiva en la confianza de los actores políticos y la ciudadanía de cara a los comicios.
Resaltó que de forma paralela, si se genera la confianza necesaria en el evento para elegir autoridades regionales y locales, «en función de las garantías y participación que se logre, también va a determinar positivamente en el funcionamiento de esas negociaciones», aunque advirtió que el mecanismo de diálogo de México no va a incidir en un cambio de fecha de las elecciones por parte del CNE y que ambos deben cuidarse.
«El proceso electoral tiene una dinámica muy rápida indicada en el cronograma y vamos avanzando en eso independientemente de lo que pueda ocurrir en México. Las negociaciones en México están atacando problemas de fondo de la economía, sociedad y política venezolana que va a otro ritmo; lo que sí es verdad es que la confianza o el éxito de México va a influir positivamente en la confianza de los actores políticos y ciudadanía, aquí en Venezuela. Y paralelamente, la confianza que generemos aquí en las elecciones, en función de las garantías y participación que se logre, también va a determinar positivamente en el funcionamiento de esas negociaciones», manifestó.
Picón, que fue entrevistado por WTC Radio de Carabobo, resaltó la complementariedad de ambos procesos y considera que buscar otra salida a la crisis que atraviesa Venezuela es «irreal», al tiempo que subrayó que existen mejorías «notables» en los aspectos técnicos y operativos de cara a las elecciones que permitirían decir que habrían garantías totales del buen funcionamiento de pasos como el proceso de captura de voto, identificación de electores, proceso de totalización y transmisión de actas, al igual que el secreto e integridad del voto.
«El voto no está manipulado en ninguna parte del proceso, nadie interviene; no hay cables submarinos ni servidores que modifiquen el resultado», al tiempo que subrayó que «es imposible la usurpación sistemática de identidad. Eso de que la gente figura en el cuaderno o que han fallecido, emigrado…nadie va a votar por esas personas, porque hay un control estadístico que garantiza que la máquina se tranca si los electores no se identifican con la huella, fundamentalmente».
En cuanto a la observación y acompañamiento electoral, Picón señaló que están adelantados en ese asunto y espera que en los próximos días lleguen misiones electorales que determinen que el evento electoral se realiza bajo estándares democráticos, aunque no hizo mención explícita al grupo que se espera por parte de la Unión Europea.
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