A partir del próximo 1 de noviembre la representación de Rusia ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) cesará sus actividades de manera indefinida, informó este lunes 18 de octubre el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Igualmente dejará de funcionar la oficina de información del bloque atlántico en Moscú, por lo que a partir de esa fecha la Otan deberá contactar al embajador ruso en Bruselas para comunicarse con el gobierno de Vladimir Putin, agregó el canciller.
La medida fue tomada en respuesta a la retirada de acreditación a ocho trabajadores de la representación permanente rusa ante la alianza, acusados de espionaje hace dos semanas, detalló Lavrov.
«No se ha dado ninguna explicación de la desacreditación de los diplomáticos rusos ante la alianza«, dijo y agregó que Moscú ya no fingirá que sea posible un cambio en sus relaciones con el bloque atlántico.
Previamente, el jefe del Comité de Relaciones Internaciones de la Duma Estatal rusa, Leonid Slutski, calificó las acusaciones de «infundadas» y afirmó que, con la expulsión de los diplomáticos, «Occidente continúa su curso de confrontación diplomática con Rusia«.
La retirada de la acreditación de ocho miembros del personal de la Misión Permanente de Rusia ante la Otan reducirá aún más el nivel de compromiso, dijo el parlamentario.
En una entrevista con RT, el politólogo Eduardo Luque Guerrero opinó que la Otan emplea contra Rusia una «presión que adolece de falta de argumentación (…) de perspectiva real» y que Moscú tenía que responder ante esta. Al mismo tiempo, calificó la medida como «una mala noticia para todo el mundo«.
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