La pandemia no ha detenido la actividad política en Suramérica, en Venezuela se celebraron elecciones el pasado 6 de diciembre y este domingo 11 de abril habrá elecciones en cuatro departamentos de Bolivia, una segunda vuelta presidencial en Ecuador y unas presidenciales y legislativas en Perú, en momentos en que los autoritarismos y populismos acechan por los efectos de la recesión y de la pandemia del coronavirus
Tres países suramericanos, Ecuador, Perú y Bolivia, tendrán importantes eventos comiciales este domingo 11 de abril, en los dos primeros se trata de elecciones presidenciales, mientras que en el otro de regionales, de manera que la jornada determinará el rumbo de las naciones en los dos primeros casos y el posible reacomodo de fuerzas en el país del altiplano.
Ecuador tendrá su segunda vuelta electoral en la que se miden Andrés Arauz, candidato del expresidente Rafael Correa, y el derechista Guilermo Lasso, quien es la opción de una alianza que encabeza el partido Socialista Cristiano. Tras los giros políticos impulsados por Lenín Moreno, exdiscípulo de Correa que se mostró más abierto a una economía de mercado, esta contienda determinará si el país optará abiertamente por el neoliberalismo o regresará al modelo “correísta”.
En Perú hay un panorama bastante complicado. Están previstas la primera vuelta presidencial y las parlamentarias. Para la primera magistratura las preferencias de los electores se reparten entre nada menos que seis candidatos y, según los sondeos, el que más apoyo tiene apenas es respaldado por 12% de intención de voto.
La situación luce más enredada si se toma en cuenta que conjuntamente a la primera vuelta presidencial se harán las parlamentarias, con lo que, aun cuando con miras a la segunda vuelta pueda despejarse el panorama con nuevas alianzas, la cantidad de fuerzas que quedarán representadas abrirá un sinfín de opciones que puede poner en aprietos a la nueva administración.
En Bolivia las elecciones consisten en una segunda vuelta en cuatro departamentos, Chuquisaca, La Paz, Tarija y Pando, donde los candidatos que obtuvieron la mayor cantidad de votos no lograron el porcentaje necesario ni la ventaja establecida sobre su más cercano contendor para alzarse con la victoria. Luego de la merma del apoyo al MAS en las regionales de marzo -lo que contrastó con la victoria en las presidenciales del partido de Evo Morales-, esta segunda vuelta podría confirmar si efectivamente el movimiento del expresidente ha perdido fuerza a nivel nacional.
Para dilucidar lo que está en juego en esta mega jornada electoral suramericana, los internacionalistas Félix Arellano y Edmundo González Urrutia ofrecieron sus visiones sobre los procesos particulares de cada país y su reflexión del efecto de la situación regional, debido a que se trata de un año en el que están previstas también elecciones en Chile (gobernadores y constituyentes en junio), México (federales y locales, julio), Haití (presidenciales, septiembre), Argentina (legislativas, octubre) y Honduras y Nicaragua (generales, noviembre).
En Ecuador, la batalla electoral se presenta como muy reñida. El candidato de la UNES, Andrés Arauz, aparece en varios sondeos de opinión con una pequeña ventaja sobre Guillermo Lasso, pero está por verse cómo se decantará el voto indígena, que demostró una gran fuerza luego de que su abanderado, Yaku Pérez, quedara tercero, a unas décimas de Lasso, que ocupó el segundo lugar.
Pérez presentó un recurso de impugnación a los comicios y pidió contar de nuevo el 50% de los votos, que dieron ganador a Andrés Arauz con 32,72% y segundo a Lasso con 19,74, mientras el demandante alcanzó 19,39%. No obstante, el Tribunal Electoral negó el recurso.
El dirigente no ha anunciado respaldo alguno para la segunda vuelta, con lo que el movimiento indígena decidirá entre los dos candidatos o votar nulo.
Al respeto, el internacionalista Félix Arellano indica que el proceso en Ecuador está muy en manos del poder indígena, pero que el mismo está dividido. “Hay un sector importante de los indígenas opuestos a Correa, lucharon al final del gobierno de Correa y se enfrentaron a él, hubo protestas, por lo que, en consecuencia, su candidato-delfín no va a tener apoyo automático de este sector”.
En opinión de Arellano hay dos fuerzas importantes en el movimiento Pachakutik, una liderada por el propio Yaku Pérez, pero otra pudiera decantarse por Arauz. En este sentido, recuerda que Pérez tuvo una fuerte polémica con Lasso, con quien fue bastante agresivo, por lo que es previsible que algunos electores respalden finalmente a Arauz. Sin embargo, la compañera de fórmula de Pérez, Patricia Sánchez, declaro públicamente a favor de Lasso.
Precisamente el pasado jueves ocho de marzo el Consejo de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), desautorizó a su presidente, Jaime Vargas, quien manifestó su respaldo a Andrés Arauz.
«Nosotros no compartimos la posición del compañero Jaime Vargas porque fue un error ya que además de ser miembro del movimiento indígena es el presidente de la Conaie; nuestra organización, luego de analizar la coyuntura en dos asambleas, tomó la resolución de apoyar el voto nulo ideológico», dijo el vicepresidente de la Conaie, Manuel Castillo, en conferencia de prensa.
Añadió Arellano que hay otro personaje, Xavier Hervas, quien quedó de cuarto (15,97%) en la primera vuelta “sin que se nombrara mucho, pero reunió voto urbano y juvenil”, cuyo respaldo manifestado a Lasso es bastante importante.
Ecuador vive un esquema parecido al de Bolivia, con enfrentamiento entre la zona rural y la zona urbana, las diferencias son históricas, sociales, y tienen matices étnicos, porque la zona rural es muy indígena, mientras que la urbana, la próspera, es blanca.
Destaca Arellano que Lasso hizo una campaña prudente evitando enfrentar a otros sectores sociales, mientras que la oferta de Arauz se basa en el recuerdo de la abundancia del gobierno de Correa.
“Era una época petróleo caro, compra de productos chinos, planes importantes de infraestructura, entonces hay una esperanza, una confianza en que Correa vuelve al poder y volverá la prosperidad, pero resulta que las materias primas han bajado, hay dificultades para la compra de productos chinos. Es una nostalgia lo que alimenta el correísmo con un discurso de que volverá la abundancia, y la creencia de que administró bien recursos, cuando lo que había era precios muy altos de materias primas a nivel internacional”, apunta.
Por su parte, el internacionalista Edmundo González Urrutia dice que no está claro si definitivamente se producirá el retorno del correísmo en Ecuador, tomando en cuenta las diferentes fuerzas políticas que actuarán en la contienda de este domingo 11 de abril.
“La candidatura de Lasso ha cobrado un impulso muy fuerte las últimas semanas y sigue recibiendo apoyos de los otros candidatos, sobre todo del voto indígena. La excandidata a vicepresidenta de Yaku Pérez, Patricia Sánchez, anunció su respaldo a Lasso”, destaca González Urrutia.
Añade que el voto nulo y los indecisos son la mayor preocupación de ambos candidatos, por lo que pocos son los que se atreven a vaticinar un ganador entre Arauz y Lasso.
Perú luce fragmentado
Más difícil luce el escenario en Perú, país que atraviesa una notable inestabilidad política que le ha hecho tener cuatro presidentes en cinco años, y donde ninguno de los actuales candidatos que competirán en la primera vuelta tiene un apoyo masivo.
Entre los nombres que se reparten las preferencias del electorado están Yhonny Lescano (centro), Hernando de Soto (neoliberal), Keiko Fujimori (derecha autoritaria), George Forsyth (exfutbolista, centro) y Rafael López Aliaga (ultra derecha). Lescano aparecía hasta hace un mes con 12% de respaldo; sin embargo, en los últimos sondeos el apoyo apareció con solo 10%.
“Perú es el caos, incertidumbre plena –expresa Félix Arellano-. Hasta donde llevé seguimiento, Yohnny Lescano tenía cerca de 15%, pero nadie ha llegado más allá, y esta semana ha bajado, todos han bajado. George Forsyth, que tiene alcance nacional porque fue un futbolista renombrado y alcalde, iba repuntando y cayó también; el fenómeno Fujimori lo podríamos ver casi como en extinción, ya que ha sufrido muchos golpes, particularmente la líder, Keiko, de quien pudiera haberse pensado que esta oportunidad iba la vencida luego de ir dos veces a segunda vuelta”.
Destaca que la “maldición Odebrecht” (empresa brasileña de construcción con numerosos negocios en varios países de la región y que fue procesada por corrupción y sobornos), afectó particularmente en Perú.
“Hay un fenómeno complejo, hay insatisfacción, desesperanza, rechazo a los partidos, el APRA no figura en este momento político y fue forjador de democracias en época de dictadura. Kuzcynsky (presidente obligado a renunciar en 2018), que ganó en segunda vuelta en las últimas elecciones, no tiene partido; Vizcarra (su sucesor) prácticamente desapareció del mapa político, y todo este panorama tiende a generar un ambiente favorable para populistas y radicales, hay un fenómeno y es que la izquierda empieza a crecer, ahora un poco más por la pandemia”, señala Arellano, quien cree que posiblemente Lezcano avance a la segunda vuelta, pero estará por verse quién será su rival luego de la jornada del domingo.
Edmundo González Urrutia coincide con Arellano en lo incierto que luce el panorama en Perú. Los más recientes sondeos de opinión revelan un séxtuple empate en el primer lugar. Las simpatías han cambiado de manera significativa y hasta el momento no hay garantías de cuál candidato pasará a la segunda vuelta.
“Lescano sigue siendo la opción de muchos, aunque el candidato Hernando de Soto ha cobrado un impulso importante y se coloca muy cerca del primero”, resalta González Urrutia. No obstante, dice que no hay que perder de vista a Verónika Mendoza, quien actualmente se coloca en un tercer lugar. “Lo que si queda claro es que la composición del congreso será muy variada sin que ninguna fuerza política sea mayoría”, enfatiza.
El analista considera que toda la situación social, en especial por los estragos causados por la pandemia del coronavirus, tendrá su incidencia en los movimientos políticos de los países de la región. “El mal manejo sanitario afecta a todos los candidatos”, apunta y añade que los efectos de la pandemia se comenzarán a notar en estos comicios.
Félix Arellano observa que el caso boliviano es bien ilustrativo del avance del populismo en América Latina. Recuerda que el MAS, el partido de Evo Morales, retornó al poder ante la división de la oposición, por lo que en las elecciones de Bolivia pudiera darse el caso de una recuperación por parte de esta fuerza política que no salió muy bien parada en los anteriores comicios departamentales.
Para Edmundo González Urrutia, la jornada del domingo no será positiva para las fuerzas de Morales. “Si nos atenemos a los resultados de las elecciones municipales, no cabe dudas que el MAS sufrió un retroceso y que la figura de Evo Morales no necesariamente es lo que era anteriormente”.
El reto democrático
Para Félix Arellano, la situación económica y social, aunada a las debilidades y errores de los gobiernos democráticos, pueden favorecer los avances del populismo y de los radicalismos, tanto de izquierda, como de derecha. “Macri en Argentina y Lenín Moreno en Ecuador no lograron responder a la expectativa popular, por lo que los falsos discursos tienen votos”, resalta.
Destaca que muestras de ese avance de los autoritarismos es la gestión de Bolsonaro en Brasil, y asegura que el péndulo podría hacer que del autoritarismo de Bolsonaro se pase al populismo de Lula nuevamente.
Edmundo González Urrutia evita hacer predicciones en este sentido, aunque señala que un triunfo de Lasso en las elecciones de Ecuador daría término a las intenciones por regresar del populismo de Correa y que es muy poco probable que la candidata progresista Verónika Mendoza logre avanzar a la segunda vuelta.
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