ESPECIAL – Periodistas recuerdan los hechos históricos más impactantes

Para conocer los acontecimientos históricos más impresionantes de Venezuela y el mundo, quien mejor que los periodistas que han sido testigos directos, muchas veces narrando en directo a miles de personas. EL Magazine El Periódico comienza esta serie en la que los profesionales de la comunicación social cuentan su experiencia y coincide además en que este mes de junio se celebra el Día Nacional del Periodista.

Con más de 30 años de ejercicio profesional, principalmente en la radio, la reconocida periodista María Isabel Párraga, recuerda hechos que marcaron la historia de Venezuela y el mundo. Aunque son muchas las anécdotas que pudiera contar, recuerda que de muy joven le tocó narrar El Caracazo, las intentonas golpistas en 1992 y el atentado a las torres gemelas en Nueva York.

“Más que anécdotas, son historias las que me ha tocado narrar, quizá lo más hermoso de esta profesión es poder vivir estos acontecimientos históricos y darlos a conocer. Con la caída de las torres gemelas me tocó narrarlas en vivo para Unión Radio, fue muy impactante para todo el mundo. Son muchos los acontecimientos históricos que me tocaron narrar al aire y todos ellos han dejado un gran aprendizaje en mi vida”, expresó Párraga.

“Experiencia traumática”

Oriundo de Monagas, pero con muchos años ya radicado en la ciudad de Caracas, Héctor Luis Caldera, trae a su memoria varios hechos que lo marcaron en su profesión, uno de ellos incluso le trajo como consecuencia ataques de pánico luego de una golpiza que recibió por parte de efectivos de la Guardia Nacional durante una de las tantas protestas antigubernamentales.

“Cuando comienzo en VPI tv venía de un año sin trabajar luego de una golpiza que recibí por unos ocho militares y me produjo ataques de pánico y me costó mucho trabajar. El primer caso que me tocó cubrir en ese medio fue el de Oscar Pérez y que las transmisiones eran cien por ciento en vivo y cada vez que veía a un militar me escondía, me daban ataques de pánico, tartamudeaba. Los canales que estábamos siempre en vivo éramos como el foco”, relata Caldera.

“Los nervios siempre me atacaban muchísimo que incluso otros colegas me sobaban por la espalda estando en vivo como para que me relajara porque se daban cuenta lo que pasaba. Lo peor fue cuando nos tocó cubrir la parte del cementerio que comenzó en la mañana y estuvimos en directo en el entierro como desde las 8:00 de la mañana sin parar hasta la tarde cuando lo sepultaron. Fue una experiencia muy traumática por la cantidad de efectivos del Sebin, policías, gente llorando, el trauma mío, el cansancio, algo casi sensorial”, recuerda.

“Noche de terror en el 23 de Enero”

Nacido en el estado Zulia, con una trayectoria amplia en medios impresos, Régulo Párraga aún tiene en sus recuerdos los hechos ocurridos en febrero de 1989, el estallido social que le tocó cubrir cuando era reportero del diario El Nacional. Con 43 años de trayectoria, trabajó en los periódicos, Panorama, El Nación de Occidente, La Columna, El Regional, La Verdad de Maracaibo, La Mañana de Falcón, El Sol de Maturín, El Extra y El Periódico de Monagas.

“El lunes 27 de febrero fui uno de los primeros periodistas en llegar a Guarenas, donde comenzó ‘El Caracazo’. Ya había cubierto disturbios fuertes en el Zulia, pero aquello fue impresionante. Ese día casi toda la redacción se quedó en el periódico trabajando. El martes continuamos de corrido y en la tarde decretaron toque de queda. Yo vine a salir el jueves, pero me agarró el toque de queda llegando a los bloques del 23 de Enero, donde vivía. Tuve que quedarme escondido en una escalera, pero aproveché para analizar la situación y apenas salió el sol, me fui al periódico y escribí una crónica de solo una cuartilla titulada, «Noche de terror en el 23 de Enero» que considero uno de los únicos tres trabajos periodísticos de los cuales me siento plenamente satisfecho”, manifestó Párraga.

“Aún recuerdo el hecho como si hubiese sido ayer”

Ronny Rodríguez, destacado periodista monaguense recuerda cuando laboraba en un medio del estado Aragua. Más que una anécdota fue la cobertura de «La tragedia de la huesera» que ocurrió el 18 de agosto de 2003 en una empresa procesadora de alimentos para animales en Las Tejerías, estado Aragua, la misma región donde el año pasado ocurrió el deslave. En aquella oportunidad murieron 9 trabajadores que cayeron en una fosa donde dejaban los restos de animales para procesarlos

“Yo era corresponsal del diario El Aragüeño en la zona este de Aragua. Los periodistas teníamos radios para conocer los sucesos que ocurrían. Ese mismo día estábamos en el municipio Bolívar dónde murió una persona tapiada por el deslizamiento de una vivienda un cerro. Cuando escuchamos esa noticia nos movilizarnos a la empresa y al llegar se podía escuchar y ver cientos de moscas, se escuchaba el zumbido por decirlo de una manera. Pudimos entrar cuando ingresaron ambulancias y entonces vimos imágenes terribles. Los hombres tirados en el piso, ya estaban muertos. Los lavaban con mangueras y los subieron en una camioneta Pick Up blanca”, recuerda Rodríguez.

Precisa Los llevaron después al ambulatorio de Las Tejerías, dónde esperaban sus familiares en medio del dólar y el llanto por la muerte de esos trabajadores. Ya allí el Cicpc metió los cuerpos en bolsas negras, estilo las que uno ve en películas de televisión o el cine.

Luis Bustamante: De que vuelan, vuelan

Como corresponsal de Noticiero Venevisión y dos días antes del aniversario número 48 del accidente aéreo de El Zamuro el 22 de diciembre de 1974, le propuse a mi coordinador José Álvarez realizar un especial sobre el caso a mi coordinador le pareció buena idea y me dijo que en 3 minutos máximo debía narrar todo. En menos de 12 horas ya tenía contactada a la hija del piloto que reside en Estados Unidos y le pedí un video donde hablara de su padre como profesional; establecí contacto con una pasajera (para la época era una niña) que llegó al aeropuerto cuando el avión estaba despegando y al cronista Edgar Rondón quien relató lo que se vivió aquel 22 de diciembre del 74.

Grabé en el aeropuerto, fui a las 11 am en el cementerio nuevo donde están los restos de los pasajeros, estas tomas tuve que repetirlas pasadas las 5 de la tarde pues no se escuchaba el audio. Con todas las imágenes y los sonidos listos comencé a editar mi nota la noche del 21 de diciembre; la edición me llevó algo de tiempo porque soy meticuloso en este tipo de trabajos y la terminé casi a las 2 de la madrugada del 22 de diciembre.

Al irme a acostar, cuando abro la puerta de mi habitación, frente a mi sentí el sacudón de una especie de sábana blanca que luego se desvaneció en el aire. Obviamente sentí miedo, pero a la vez un grado de satisfacción mezclado con orgullo por un trabajo bien realizado, tal vez alguna de las víctimas estaba agradeciendo recordarlos después de tantos años… de que vuelan, vuelan.  La nota fue transmitida en dos emisiones del noticiero.