Cuatro semanas tiene paralizada la consulta externa de la unidad de Fisiatría del Hospital Manuel Núñez Tovar. Las condiciones no son las más favorables para seguir atendiendo a los más de 33 pacientes acuden semanalmente para su proceso de rehabilitación.
Un manto de moho cubre el techo del pasillo principal y algunas áreas de este importante departamento, ubicado cerca del Banco de Sangre del principal centro de salud de Monagas.
Se conoció por parte de los pacientes que las severas filtraciones provocaron humedad y posterior hongo, «al faltar también aires acondicionados empeora el asunto».
Afectados que acudieron al mencionado servicio este martes señalaron que deben esperar porque no cuentan con recursos económicos para poder costear una consulta privada en alguna clínica de la ciudad, que ronda entre los 12 y 15 dólares.
En este sentido, la señora Iyelice Rengel, operada dos veces de columna cervical, destacó que «es hasta riesgoso venir porque nos exponemos a cualquier otra enfermedad pulmonar por las condiciones».
Agregó la paciente que «el servicio paralizado desmejora nuestro cuadro clínico y aunque cumplamos con los tratamientos en casa y algunos ejercicios se nota y sentimos las dolencias. Hay cosas que no puedo hacer en mi casa por falta de equipos».
Por su parte, Yumeulis Fernández, paciente crónica de reumatismo, contó «necesitamos supervisión constante de los fisiatras y de los fisioterapistas porque puede suceder que, en mi caso que debo cumplir con 15 terapias de electricidad, podamos resultar con laguna lesión».
Lo cierto es, según la dama, «nos descompasamos y debemos iniciar un nuevo esquema de terapias, siendo más largo y tedioso el proceso».
Las pacientes refirieron del mismo modo que las unidades de climatización están dañadas. El aire que funciona en la sala de gimnasio «es porque como pacientes colaboramos para repararlo, pero no da abasto para toda el área».
«El director del Hospital y de la Regional de Salud están conscientes de esta situación», afirman, al tiempo de destacan que «a ellos se les avisó que la unidad está paralizada y no observamos que se abocan a resolver este problema.
Al no funcionar los aires se vieron en la obligación de apagar los equipos de magnetoterapia, electricidad de baja, media y alta frecuencia; láser, ultrasonido terapéutico, cama magnética y magneto local.
«Estos necesitan tener aire para que no se recalienten y se dañen porque ellos emiten un calor profundo», dijeron las pacientes.
Las patologías más frecuentes, según se pudo conocer, son: traumatología por accidentes de tránsito, síndrome del túnel carpiano, capsulitis adhesivas y neurológicas por ACV isquémico y hemorrágico, y pacientes postquirúrgico de neurocirugía. La mayoría son mujeres entre 35-60 años.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.