Si bien es cierto que la parte superficial del paseo aeróbico se encuentra en condiciones más o menos aceptables para quienes usan el espacio como lugar de práctica deportiva, basta con adentrarse al nivel inferior para constatar las deplorables condiciones en las que se encuentra el lugar.
Lo que antes eran unos baños, hoy se encuentran convertidos en vertederos de basura, las áreas sanitarias están tapiadas de escombros que van desde botellas plásticas hasta cajas de cartón. Al preguntar a quienes constantemente se ejercitan en lugar, nadie sabe nada.
El anfiteatro no escapa de la problemática, en la actualidad es una laguna donde se crían y generan animales transmisores de enfermedades, el agua estancada así lo permite, lo que impide la utilización de esa área como espacio de recreación y presentación de actividades de índole cultural y recreacional.
Allí mismo está la zona que servía de cafetería, al igual que los baños es un depósito de basura, los malos olores emanan a cualquier hora del día, las rejas de seguridad están abiertas de par en par haciendo más fácil el trabajo para quienes cometen sus fechorías y luego lo usan como escondite.
A lo largo del trayecto es común observar heces fecales tanto de animales como de humanos, al parecer, el área libre es usado principalmente de noche para realizar las necesidades fisiológicas, sin embargo, muchos coinciden en que son los indigentes que pernoctan en el espacio quienes cometen estos actos, la poca iluminación y escaso personal de seguridad así lo permiten.
En la parte superior del paseo no se cuenta con iluminación, solo las lámparas de la arteria vial regalan un destello. A partir de las seis de la tarde es imposible realizar ejercicios deportivos, en reiteradas oportunidades se han cometido acciones hamponiles; el módulo policial fue retirado por lo que no existe presencia de ningún cuerpo de seguridad.
Las papeleras están deterioradas, el sol y la lluvia agilizaron el proceso de oxidación. Gran parte de los máquinas de ejercicios están dañadas incluso no existen. Muchas están incompletas, otras fueron robadas y arrancadas del lugar.
En la rampa, ya se observa el deterioro del mismo, el concreto ya desapareció de las uniones y ha permitido el nacimiento de la maleza. Tampoco existen árboles que permitan el descanso bajo la sombra durante las horas de sol, es un tramo de aproximadamente 1,5 kilómetros de distancia que se encuentra a la inclemencia del astro rey.
Sobre este tema fue necesario consultar varias opiniones, las mismas coincidieron en que la responsabilidad recae en dos partes de la sociedad: la ciudadanía y las autoridades locales.
Sobre la primera es necesario recalcar la responsabilidad del buen uso de los espacios y maquinas, “es ilógico que el ayuntamiento tenga que limpiar las necesidades de una persona o recoger la basura cuando sabemos dónde hay que depositarla”, destacó uno de los encuestados quien aseguró que muchos de los problemas parten de no tomar conciencia del valor de las cosas.
Otros, sin embargo, aseguraron que las autoridades también tienen su cuota de responsabilidad al abandonar el espacio y permitir que llegara a las condiciones en las que se encuentran.
Un punto en común entre los que emitieron su opinión está en la necesidad urgente de rescatar el espacio, ya que era un lugar donde cientos de personas de diferentes sectores de la ciudad iban a realiza ejercicio bien por salud, por mantenerse en forma o por mejorar su condición física.
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