El estado de deterioro de las instituciones educativas ha sido el resultado de una década de desidia que se acentuó aún más tras la llegada de la pandemia del coronavirus por el aumento de robos y el vandalismo.
El presidente Nicolás Maduro anunció este martes que en septiembre, pese a la pandemia de la covid-19, iniciarán las clases parciales y presenciales en los diferentes niveles educativos del país.
“He aprobado iniciar en modalidad presencial de las clases para el mes de septiembre y vamos a hacer un esfuerzo para vacunar a los maestros”, expresó.
El anuncio generó protestas por parte de los educadores quienes denunciaron las pésimas condiciones en las que se encuentran las instituciones en Venezuela y el riesgo latente de contagiarse del virus de Wuhan.
“No hay condiciones higiénicas en los baños, no hay productos de limpieza ¿Cómo controlas el distanciamiento social entre los estudiantes? ¿Cómo se mantiene al estudiante cinco, diez minutos con la mascarilla puesta? Eso es muy difícil y puede traer otro tipo de enfermedades, como neumonía por neumococo”, cuestiona el presidente de la Federación Venezolana de Maestros, Orlando Alzuru.
De igual manera, Edgar Enrique Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros (FVM) del Distrito Capital, rechazó este anuncio y señaló que además de los bajos salarios que perciben los docentes, sería prácticamente imposible aplicar medidas de higiene y bioseguridad por la precariedad de las instituciones escolares del país
La encuestadora Meganálisis reveló que el 81,3% de los ciudadanos consultados no apoyan el retorno a clases presenciales en escuelas y liceos.
El estudio arrojó que existen múltiples problemas como el transporte, falta de efectivo, falta de equipos de bioseguridad y abandono de instalaciones para retomar las clases presenciales.
En las regiones la situación es grave, en los Andes específicamente en el estado Táchira, se puede observar una considerable cifra de planteles escolares en el abandono.
Instituciones de renombre como el Liceo Bolivariano Simón Bolívar y la Escuela Bolivariana Carlos Rangel Lamus, se encuentran totalmente abandonadas, llenas de maleza, basura y paredes deslucidas.
En centroccidente se repite el mismo escenario. En Lara, el 80% de los 1.700 planteles educativos que allí se encuentran están destruidos y no cuentan con servicios básicos, según el diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015, Alfonso Marquina.
Liceos como el Rafael Villavicencio, Federico Carmona, Coto Paul y Mario Briceño Iragorry, ubicados en Iribarren, o como el liceo Egidio Montesinos en Carora y el Eduardo Blanco en El Tocuyo, son el mejor ejemplo para mostrar el abandono del sistema educativo del país.
En Yaracuy abundan los robos, e incluso invasiones de instituciones, como es el caso de la Escuela Técnica Agropecuaria Mayorica, que hace 15 años era referencia a nivel regional por la calidad educativa que allí se impartía.
Estos problemas han provocado que en los últimos años, la matrícula del plantel pase de tener 600 estudiantes a poco más de 30.
En el estado Falcón, entre los problemas que afecta la infraestructura educativa está la carencia e inadecuada aplicación de políticas de mantenimiento a los planteles educacionales.
La dirección de la Escuela Médanos de Coro, una de las más olvidadas en la entidad, elaboró en 2012 un proyecto para su rehabilitación y hasta la fecha no ha recibido respuesta.
El Distrito Capital no escapa de las penurias del sistema educativo, y el liceo Augusto Pi Suñer, ubicado en El Junquito, deja en evidencia el desinterés por parte del Estado.
Un estudio realizado en la parroquia Caricuao, se expone que hay 44 planteles educativos públicos, de los cuales solo dos están operativos; es decir, que disponen de todos los servicios y tienen una infraestructura aceptable.
Al sur de Venezuela, en el estado Bolívar, han denunciado que el confinamiento por la pandemia no detuvo el desmantelamiento que venían sufriendo las instituciones educativas en la entidad.
La Unidad Educativa Nacional Ramón Isidro Montes y la Escuela Básica Nacional Las Américas, son clara muestra de los efectos del vandalismo, ya que han sido desvalijadas a tal punto de estar prácticamente inoperativas.
En el oriente del país, específicamente desde Anzoátegui, se denuncia que el liceo Dr. Andrés María Hernández Caballero, ubicado en Puerto La Cruz, tiene más de 10 años con problemas de filtraciones en las paredes y la administración de Nicolás Maduro, a través del Ministerio de Educación, no ha mostrado interés para solucionarlo.
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