Habitantes del sector Santa Inés, al sur de la ciudad de Maturín, siguen padeciendo los mismos problemas desde su fundación, inexistencia de servicios de agua potable y residuales por tubería y asfaltado.
La dirigente social Teodora Mata, conocida como «Lola», expresó «estamos viviendo en condiciones extremas», detallando que un importante número de viviendas no cuenta con servicio de aguas residuales aunque las tuberías ya están instaladas en la comunidad.
La residente explicó que esta situación empeora cuando caen fuertes aguaceros porque el agua se estanca en las carreteras de tierra y se forman enormes lagunas de charco, además de drenar hacia algunas residencias.
«El agua se empoza y luego se deposita en mi ranchito, se desbordan los sépticos y esto parece un río, llega hasta 40 centímetros de altura», denunció la mujer.
Agregó que existen varios proyectos para culminar el urbanismo del sector y puedan contar con calles, aceras y sistema de aguas servidas dignos, uno de los graves males que padecen; la situación es propicio para la proliferación de insectos y demás alimañas, que han provocado enfermedades de la piel.
En cuanto al servicio de aguas blancas, dijo la dirigente vecinal, que caminan varios metros para poder llenar un envase plástico. Otros han debido recuperar hasta tomas improvisadas y morichales para abastecerse.
Piden que en el proyecto del Gobierno regional se tome en cuenta a las más de mil familias afectadas y den pronta solución.