En una histórica visita de tres días en seis ciudades, el Papa Francisco llegó este viernes en su avión al aeropuerto internacional de Bagdad, en Irak.
Aún cuando la nación islámica enfrenta una crisis sanitaria por el Covid-19 que en esta semana batió un récord de 5.000 contagios por día, el “peregrino de la paz” hará una arriesgada expedición para tender la mano a los musulmanes chiitas iniciando un encuentro con el gran ayatolá Alí Sistani, la máxima autoridad religiosa de esta rama del islam.
“Una obligación hacia una tierra martirizada desde hace años”, expresó a los periodistas el sumo pontífice ya a bordo del avión papal. Jorge Mario Bergoglio (nombre real del Papa) se convierte en el primer pontífice en visitar a la nación islámica y una región de mayoría chií.
Esto con el fin de acercarse a las minorías cristianas de Irak y, al mismo tiempo, tender puentes con el islam y encontrar a uno de sus principales líderes: el gran ayatolá Ali Sistani, según reseñó El País de España.
Mustafa al Khadimi, primer ministro del país, y una delegación del Gobierno, recibieron al Papa para posteriormente lo trasladaron al palacio presidencial a bordo de un turismo blindado —algo inusual en él—, donde le recibirá el jefe de Estado, Barham Ahmed Salih Qassim.
DW Noticias detalló en su portal que Bergoglio se reunirá con poca gente por el confinamiento total decretado en el país, sin embargo, los iraquíes podrán verlo a través de las pantallas televisivas y sobrevolando las ciudades. El medio especifica que el Papa pasará por zonas donde se esconden todavía yihadistas del grupo Estado Islámico.