Para el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, cualquier proceso de elecciones que se lleve a cabo, no solo en Venezuela, sino en cualquier parte del mundo, debe estar enmarcado en el respeto de los Derechos Humanos de los electores y de todos los actores que participen en el evento.
«Los procesos electorales en cualquier parte del mundo son importantes, porque es una expresión de la democracia y es una manera, aunque no la única, de participar en la conducción y la construcción de la sociedad. Se supone que toda elección tiene que hacerse dentro del marco de un proceso democrático que respete los derechos humanos», explicó.
Es una pregunta bien complicada, porque están apuntando a lo regional en un momento en lo que lo regional ha sido puesto entre paréntesis. Todo el proceso de descentralización que se ha impuesto en los últimos años, las regiones, las provincias, en el fondo no cuentan para las decisiones. Lo interesante de este proceso electoral, si se realiza bien y dignamente, es que permitiría el nacimiento y el fortalecimiento de un nuevo liderazgo regional que ojalá y se dé, aunque por las cosas que uno está viendo, el desarrollo de un nuevo liderazgo no aparece claro.
Es que el problema no es que sea o no transparente, sino que este proceso está entubado. Estas son unas elecciones en las que si se mantiene el proceso de centralización, qué garantías van a tener los alcaldes o un gobernador, sea del oficialismo o de la oposición de actuar o de coordinar, cuando desde el centro es que se toman las decisiones.
No sé. Si los procesos electorales responden verdaderamente a un compromiso de toda la sociedad civil son importantes, pero cuando son solamente para justificar que se hacen elecciones o para no perder prebendas, o para ganar algún puesto que se ha perdido, las elecciones no tienen mucho sentido.
Estas elecciones están muy cuestionadas, por eso hay mucha gente que no quiere salir a votar, por eso los obispos de Venezuela en un comunicado han dicho que cada uno debe actuar en conciencia. Hay quienes dicen que hay que ir a votar sabiendo que a lo mejor su voto no va a conducir a nada, hay otros que dicen que no hay que ir a votar, entonces que se respeten las decisiones, que se respeten también las posturas, se respete al pueblo que es lo más importante.
Que se respeten verdaderamente las decisiones, que se respete la voluntad de cada quien, que cada uno actúe en conciencia y que los políticos, los que están trabajando, los que quieren elecciones y los que no quieren elecciones, como dice el papa Francisco, sean capaces de hacer una buena y nueva política siendo miembros del pueblo.
Que la paz no solo debe ser el domingo 21, sino siempre y la paz comienza cuando yo como candidato y operador político no ofendo ni ataco al otro candidato o aquél que piensa diferente a mí y cuando yo estoy preocupado por el bienestar de todos.
A preocuparse por el pueblo y a sentirse miembros del pueblo.
No sé. Yo creo que ese es un problema que debió haberse resuelto mucho antes y no ahora. La inhabilitación tiene que ver con una tendencia entubada del oficialismo, pero también faltó organización de parte de la oposición que se dejó manipular para que hubiera estas inhabilitaciones, y esto no se resuelve unos días antes o unas semanas antes, eso se resuelve con más tiempo.
La gente camina, y los políticos están en la acera del frente, pocos se meten a caminar con ellos. El papa Francisco dice que los políticos tienen que sentirse que forman parte del pueblo, si no es así no pueden servir al pueblo.
No sé. Él dijo que no pero no se sabe, esperamos que no lo haga.
En México ha participado el G4 y el oficialismo pero no el pueblo ni la sociedad civil, si no se cambia la metodología y si no se aumentan los protagonistas, lo de México será siempre un saludo a la bandera y una componenda entre grupos políticos para asegurar sus intereses.
Tomado de La Prensa del Táchira
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