En Venezuela, una nueva etapa de molestia de los ciudadanos hacia la gestión del gobierno de Nicolás Maduro ocurre a causa de los bajos salarios. Cientos de trabajadores y pensionados se han organizado desde enero en una serie de protestas para reclamar el aumento del salario mínimo.
El 13 de marzo de 2022, el gobierno nacional fijó el salario en 130 bolívares mensuales, equivalente en ese entonces a unos 30 dólares y, actualmente, a 5,41 dólares, aproximadamente. Este lunes 20 de marzo, se cumplen 371 días de ese anuncio que ha generado descontento de varios gremios en el país, demandantes de un aumento.
Los venezolanos manifiestan a diario su disgusto por los altos costos de los alimentos, los precios fijados en dólares y el bajo salario que se mantiene en 130 bolívares desde hace más de un año y que ha perdido paulatinamente su valor, como resultado de la devaluación del bolívar frente a la divisa estadounidense.
En un conteo de la falta de anuncios sobre la crisis salarial, la vicepresidenta Delcy Rodríguez también cumple 65 días desde que aseguró, el 14 de enero, que «en las próximas horas» el Ejecutivo nacional definiría un aumento. Hasta ahora, la promesa no se ha cumplido y tampoco se determina cuándo se actualizará el salario.
«Yo puedo asegurarles que en pocas horas lo van a saber de nuestro Presidente, se los puedo asegurar, con mucha paciencia, con mucha sabiduría, de no romper equilibrios, sino de recuperarlos; la derecha extremista sometió a nuestro pueblo en los últimos meses del año (2022)», dijo ese sábado durante una marcha de afectos al oficialismo.
Hace una semana, los dirigentes sindicales José Elías Torres, director general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV); Marcela León, presidenta de la central Alianza Sindical Independiente (ASI), y Luis Crespo, vicepresidente de la Apucv, coincidieron en que es muy lento el proceso para determinar un mecanismo para la fijación del salario mínimo.
Luego de dos meses del anuncio sobre el ingreso mensual por parte de Rodríguez, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) contabilizó solo en enero 1.027 protestas por causas laborales. De acuerdo con la ONG, en ese mes el sector educativo lideró 838 manifestaciones de calle.
En febrero, el OVCS informó que se registraron 29 protestas en 16 estados del país y el Distrito Capital, la mayoría en exigencia de reivindicaciones salariales. El sueldo mínimo fijado el año pasado es el que más ha tardado el Gobierno nacional en aumentar en los últimos siete años.
Ese mismo mes, varios sindicatos venezolanos lamentaron la falta de respuesta del Gobierno a la exigencia de un aumento del salario mínimo. También lo instaron a decretar un «ingreso de emergencia». Los trabajadores aseguran que no pueden cubrir los requerimientos básicos para la vida que por derecho les corresponde.
Con Información del Pitazo
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.