«En Colombia se repartieron la soberanía y las tierras entre el narcotráfico y la guerrilla, los gobiernos no supieron darle respuesta a las inmensas necesidades del pueblo y por eso el triunfo de Petro, pero me pregunto ¿es que acaso eso sucede solamente en Colombia?, la respuesta es no, se trata de toda la América, donde el pueblo no ha encontrado respuestas y entonces insurgen estas representaciones resultado de una insatisfacción permanente», así expresa Juan Guzmán, historiador, cuando analiza el triunfo de Gustavo Petro en Colombia y observa las grandes coincidencias existentes en América Latina, en México, en Perú, en Bolivia, en Chile, en Argentina y considera que lo preocupante no es la llamada irrupción de la izquierda, sino la forma cómo esos gobiernos de inmediato se declaran autoritaristas y de inmediato convocan a modificaciones para aprobar la reelección y volverse eternos en el poder.
Gustavo Petro, político, guerrillero gana con la mayor cantidad de votos que haya obtenido presidente alguno en la historia de Colombia, un hombre considerado por muchos como intransigente y hasta autoritario, tiene el enorme reto de intentar lograr una conciliación en un país absolutamente dividido, castrado por una guerra interminable, y devorado por el narcotráfico y la guerrilla, en la interpretación de Juan Guzmán «la guerrilla ganó la guerra». ¿Se puede pensar que en un exguerrillero persiga la guerrilla?, pues no, pero alcanzar la presidencia con los compromisos que eso conlleva es otra cosa, deberá negociar y aprender a mandar, y sobre todo conciliar, «la característica de todos estos gobiernos cuyos padres y conductores están en la revolución cubana, pero que ya no tienen el intelecto de Fidel, es que todos tienen coincidencias dentro de sus propias y particulares diferencias, por ejemplo en México manda un cuatrerismo gubernamental. no se le puede llamar de otra forma; en Bolivia se incrusto Evo y en Perú un socialista que no le ha dado ni un solo momento de paz a ese pueblo, en Chile después de años para sustituir al ejercito más clasista que ha existido en América Latina se monta un joven Presidente que surge de las protestas juveniles, en Brasil es muy posible se monte nuevamente Lula Da Silva, y en Venezuela después de etapas democráticas donde se vivió un resurgimiento tangible y positivo de la educación, con una gran movilidad e inclusión social, son los empresarios, las clases oligárquicas y los propios partidos políticos los que tumban a Carlos Andrés Pérez y como resultado de esa lucha de poder entre los partidos políticos surge la figura de Chávez y ya veamos todos los años de destrucción que se han gestado a lo largo de todos estos años, ¿la culpa es del pueblo?, pues no, ni aquí ni en Colombia, ni en todos los países donde ha surgido la izquierda no son responsabilidad del pueblo, son los partidos, son las aspiraciones personales la que han conformado estas situaciones que nosa llevan a estos regímenes que surgen con grandes expectativas pero que al final no le otorgan ni dan respuesta a las sentidas necesidades del pueblo.
-Si existen estos gobiernos que crean grandes expectativas pero que a la larga no cubren las necesidades de esa inmensa población que se inclina hacia ellos como una forma de buscar nuevos caminos, ¿qué podemos hacer los latinoamericanos, entonces?
-Los partidos deben dejar de actuar en base a sus intereses, la única solución es la unión, la oferta autentica y verdadera y en el caso de Venezuela hasta ahora posiblemente eso dependa en estos momentos del resultado de un proceso de primaria. En Colombia, el camino es un poco incierto, la pacificación fue una mentira y el pueblo lo entendió así, de tal manera que la pelota la tiene definitivamente el Presidente electo, creemos que él no actuará contra la guerrilla de ella viene, pero tampoco permitirá el ascenso de los grupos que han ensombrecido la historia de Colombia, la pelota esta en sus manos y solo hay un jugador en la pista que puede afrontarla.