A juicio de Johel Orta Moros, presidente del partido Proyecto Guácharo (PG), la oposición venezolana, tanto la Alianza Democrática como la MUD, tiene la obligación de convertir los comicios regionales y municipales del 21 de noviembre en una verdadera selección de los mejores hombres y mujeres para los distintos cargos de elección popular, no en un proceso interno para medir fuerzas.
“Celebramos que el sector de la oposición que durante los últimos años se mantuvo en la vía de la abstención haya decidido participar en las elecciones regionales y municipales. Esa convicción que hemos tenido en el seno del Alianza democrática, de insistir que la única posibilidad de cambiar el estado de cosas en Venezuela, en lo político, en lo económico y lo social debe ser a través de la vía constitucional, electoral y democrática”.
Orta afirmó que los más recientes sondeos de opinión indican una intención de voto cercana al 52 por ciento, lo que hace a la oposición un la opción real de triunfo en la mayoría de los estados, siempre y cuando se logre ir en unidad e incentivar la participación del electorado lograremos una contundente victoria.
“Tenemos que ir a un proceso de acumulación de fuerza para fortalecernos, con miras a las venideras elecciones presidenciales, ya que si no logramos consolidar los gobiernos regionales y locales, será muy difícil ir tras la presidencia de la república con un candidato opositor”, dijo.
De igual manera, destacó el esfuerzo que está haciendo, tanto el gobierno como la oposición, para lograr desmontar las sanciones a Venezuela y el retorno de la inversión foránea.
“Creo que la misión de la Comunidad Europea que está en el país actualmente ha ido escuchando las voces de ambos sectores , incluso del sector opositor que dejó de estar monopolizado por el sector más radical que ha entendido afortunadamente que la salida a esta profunda crisis es a través de la vía constitucional, electoral y democrática”.
El centralismo se agotó
Por otra parte, el dirigente político insistió en la necesidad de hacer entender al Gobierno Nacional que el centralismo se agotó y que el país debe retornar a la descentralización, proceso iniciado con la escogencia de gobernadores y alcaldes en su momento a partir del año 89.
“No hacemos nada con escoger a estas autoridades a través del voto popular para solo darle la responsabilidad de ser el conserje de algún estado o municipio. Si no somos capaces de captar la inversión del estado y de la empresa privada en cada una de las entidades federales no saldremos adelante”.
En tal sentido, recordó que el proceso de descentralización se detuvo debido a que durante los últimos años se volvió al centralismo y al estatismo generalizado, convirtiendo a los actuales gobernadores y alcaldes en una especie de cuentadantes o canceladores de las nóminas, cuando estos funcionarios deben ser garantes de la búsqueda de recursos del sector público y privado para el estado.
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