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La Operación Esperanza nunca desfalleció. Durante 35 días, los comandos buscaron incansablemente a los cuatro niños perdidos en selva del Guaviare . Estos fueron los movimientos de los militares que caminaron una distancia similar a la que hay entre Bogotá y Lima.
Fueron 2.600 kilómetros los que cubrieron caminando las Fuerzas Militares e indígenas durante 35 días de búsqueda. Así lo muestra un mapa que diariamente fue trazando las rutas de los comandos de las Fuerzas Especiales que cada vez iban cerrando los cercos para evitar que los hermanitos salieran de la zona donde empezaron a ser encontradas las pistas.
Fue Wilson, un pastor belga, el que se insertó en la selva con los comandos y encontró la primera pista que, para los militares, develaba que los niños estaban vivos: el biberón de la pequeña Cristin, que en ese momento tenía 11 meses.
Luego de esto, aparecieron frutas consumidas, como el maracuyá, en la selva. Dicen las autoridades que los niños ingirieron estas frutas como alimento en medio de sus intentos para sobrevivir.
«Se logró algo que parecía imposible: la ubicación y rescate con vida de cuatro menores que durante más de 40 días estuvieron perdidos en la selva», indicó el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares.
Con el pasar de los días, las Fuerzas Especiales, en cabeza del general Pedro Sánchez, bautizaron la búsqueda como Operación Esperanza. Sin descanso, cada uno de los hombres, con visores nocturnos, gritos y pitos, repetía sin cesar el nombre de Lesly, la niña de 13 años que protegió a sus hermanos y los mantuvo con vida.
Fue el mismo general quien en su momento les imprimió fuerza a sus hombres para no desistir y seguir adelante.
«Estamos en las horas finales de la Operación Esperanza, que muy pronto pasará a ser un milagro. Dios con los cuatro menores, Dios con nosotros, hoy es un día de gloria y felicidad para ellos, para nosotros, para Colombia, para el mundo y para la misma gloria de Dios», expresó el comandante de las Fuerzas Especiales, general Pedro Sánchez.
En los helicópteros de aviación del Ejército, todos los días más y más comandos descendían por cuerdas para insertarse en la espesa selva y volver a empezar. A medida que avanzaban, más pistas aparecían como las encontradas por Ulises (otro perro de búsqueda), objetos personales y refugios que aumentaban las esperanzas de los comandos.
El general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, resaltó que «gracias a la disposición a la interacción de indígenas con el soldado colombiano se logró conformar los equipos combinados de células de búsqueda».
Fue este viernes, 9 de junio, sobre las 5:15 p. m., cuando un grupo de 9 soldados encontraron a los niños en medio de la selva, las matas y las palmas donde se refugiaron de las lluvias y el clima de la selva del Yarí.
Además, a través de unos radios, empleando la palabra «milagro», los uniformados reportaron que habían sido encontrados.
Vía: Caracol Noticias
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