En una maniobra que refuerza la presencia militar en puestos clave de la administración pública, este viernes 19 de febrero el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró a un general como nuevo presidente de la estatal petrolera del país, Petrobras.
Se trata del Joaquim Silva e Luna, quien fue ministro de Defensa y actualmente ocupaba la dirección general de la hidroeléctrica Itaipú Binacional. A él le tocará sustituir a Roberto Castello Branco.
La decisión de cambiar al presidente de Petrobras también ha incrementado los temores de los sectores financieros en torno a una posible intervención de la casa matriz petrolera para contener la fuerte subida en los precios de los combustibles y calmar a los sindicatos de camioneros, aliados estratégicos del Presidente, que amenazan con ir a la huelga desde hace semanas.
Bolsonaro, que lanzó su campaña presidencial con la promesa de convertirse a los preceptos liberales de no intervención en las empresas estatales, ha estado dando declaraciones contradictorias sobre Petrobras.
Por ejemplo, el viernes reafirmó en Pernambuco, Estado del noreste brasileño, que habrá cambios en Petrobras, pero que el Gobierno “no interferirá” en la petrolera.
“Nunca interferiremos en esta gran empresa y en su política de precios, pero no se puede sorprender a la gente con ciertos reajustes”, afirmó.