El nuevo aumento de las pensiones en Venezuela dejó de representar un alivio para la población jubilada y pensionada de la administración pública.
El monto de 7 millones de bolívares se disuelve como sal en el agua al momento de comprar los medicamentos para la tensión y la diabetes, patologías más recurrentes en estos grupos de edad.
Los precios varían según el laboratorio y la marca, muchos se quedan sin comprar productos alimenticios lo cual es vital al momento cumplir con los tratamientos correspondientes, lo que se traduce en una vejez que representa un calvario, por lo menos en Venezuela donde la hiperinflación dispara, en cuestiones de segundos, los costos de los fármacos.
Desde este 1ero de Mayo entró en vigencia el nuevo incremento de pensiones y sin aún hacerse efectivo ya el dinero está comprometido en las farmacias de la ciudad de Maturín, donde un blíster de 30 pastillas Losartan potásico de 50 ml, por ejemplo, tiene un costo que va desde los 2 millones 800 mil hasta los tres millones 700 mil bolívares, lo equivalente a 1,5 dólares.
Muchos de los pacientes se quedan sin cambiar tratamientos por los altos costos de las consultas, el no poder asistir por la pandemia del Covid-19 y la migración de especialistas.
El envío de remesas alivia un poco la situación de esta población, sin embargo, no todos perciben la ayuda del extranjero y lo que juntan con el apoyo de sus hijos o demás familiares abarca el costo de un sólo tratamiento y apenas algo de alimentación.
Otros recurren a las redes sociales para pedir ayuda y así aliviar un poco la carga.
La compra de las pastillas para cubrir hasta 3 y 6 meses quedó en el ayer, la variación del dólar y el ingreso no mayor a 4 cuatro dólares ajusta el bolsillo de las personas de avanzada edad.
Durante un recorrido por diferentes locales farmacéuticos de la ciudad de Maturín se observa que el Enalapril es otro de los fármacos más solicitados, el de 20 ml de 10 tabletas tiene un costo de un millón 200 a 7 millones. La Aspirina de 81 ml de 100 tabletas supera los 20 millones de bolívares, dejando muy lejos lo recibido por la pensión mensual.
Cardipirina de 30 tabletas oscila en 10 millones 400 mil, y en algunos casos, a juicios de los médicos tratantes, este medicamento para controlar la tensión debe administrarse con otro componente, cuyos montos superan los 10 millones.
Mientras que la Candesartán puede conseguirse entre los 12 y 18 millones respectivamente.
Los altos precios también se aprecian en los medicamentos como Metformina, recetado para el control de los niveles de glicemia.
El blíster de 500 ml de 10 pastillas cuesta cuatro millones, mientras que la de 850 ml y de 28 capsulas vale casi 14 millones de bolívares.
La Glibenclamida de 5 ml se consigue en 6 millones 800 mil, dependiendo la farmacia. La Atorbastatina de 20 miligramos para el colesterol, cuesta entre un millón 800 y 10 millones el blíster.
Los adultos mayores deben recorrer varias farmacias para comparar precios y así ahorrar la pensión, para medio cubrir otros gastos.
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