Las estimaciones de algunos expertos en el estudio de la Palometa peluda, sobre un nuevo brote a los 106 días aproximadamente de su primera oleada en Monagas, se hace realidad al notarse la presencia del insecto Hylesia metabus en cuatro parroquias del municipio Maturín, así como también en locaciones de Quiriquire (Punceres) y Caripito (Bolívar).
Desde hace una semana las comunidades que resultaron afectadas en los meses de enero y mayo en Caripito volvieron a la oscuridad para tratar de controlar la proliferación de la mariposa, entre ellas Los Cerritos, El Rincón, Los Mangos, situación que se repite en el municipio Punceres.
Habitantes de esa zona ubicada al noreste del estado Monagas indicaron que este segundo brote es más fuerte que el primero, pese a que las autoridades de sanidad desplegaron operativos de fumigación en zonas de mangles y espacios donde la mariposa peluda deposita sus huevos.
En el caso de Maturín, los sectores ubicados en las parroquias Las Cocuizas, La Pica, Boquerón y San Simón (centro) reportaron la aparición de los insectos en los postes del alumbrado público, puertas, ventadas y bombillos.
Un reportaje periodístico publicado el 19 de mayo, describe el ciclo de vida de este insecto que dura cerca de 100 días, fecha en que indicaron un nuevo brote.
Comienza cuando el insecto pone los huevos y muere, pasado 25 días los huevos se convierten en larvas; sigue siete períodos de desarrollo en tan solo 58 días, convirtiéndose luego en una pupa.
Pasado 19 días más nace la palometa que tiene una duración de vida de 4 a 5 días para depositar sus huevos en criaderos con apoyo de la luz. Suele colocar más de 376 huevos, recubriéndolos con una especie de sábanas de pelusas para protegerlos.
El 27 de enero, tras conocerse la presencia de la palometa peluda (Hylesia metabus) en el municipio Bolívar, lugareños de las parroquias Las Cocuizas y La Pica manifestaron su preocupación ante la inminente llegada de la plaga a la capital del estado Monagas.
Por las cercanías a las riberas del río Guarapiche, Laguna Grande y por la densa vegetación de mangles, el insecto podía afectar a dos de las parroquias más extensas de Maturín.
Para el 11 de mayo, las alarmas se encendieron en Bolívar, Punceres y Maturín, después de las 6 de la tarde nadie podía estar al frente de sus viviendas o por lo menos con las luces encendidas, porque la luz atraía a los animales que provocaban fuerte cuadro alérgicos con severas complicaciones en quienes caía la pelusa que el insecto desprende en el aleteo.
En ese momento, en Miraflores, La Sabana II y Cachipo de Punceres los insectos comenzaron aparecer con el inicio de las lluvias. En el caso de Maturín, la mariposa peluda llegó a Tipuro y Viboral.
El 13 de mayo, la Gobernadora Yelitza Santaella anunció una jornada de fumigación con agua y jabón para combatir la palometa peluda por las fuertes afectaciones.
También se habló, por parte del Alcalde de Bolívar, Carlos Rojas, la colocación de trampas de luz y palafitos en el río San Juan de Caripito para atrapar a la mariposa y que esta no llegara a las zonas pobladas.
El 16 de mayo, la Palometa llegó al casco central de Maturín, invadió apartamentos y zonas residenciales colindantes al río Guarpiche.
El 19 de mayo, pobladores de Caripito reportaron a través de las redes sociales la invasión de la emergencia del Hospital Darío Márquez por la palometa peluda. Los insectos llegaron en forma de nubes a esta área crítica, donde por fortuna no se encontraban muchas personas.
Finalmente, para el 24 de julio, el director regional de Salud Ambiental, Francisco Parra advirtió la presencia de masas de larvas de la palometa peluda en los municipios Bolívar, Maturín y Punceres.
El funcionario señaló que se ha detectado gran número de criaderos de este insecto en árboles como guayaba, pumalaca, mangos, pomarrosa, uva pegua entre otros. Indicó que estos arbustos son usados por las mariposas peludas para poner sus larvas y reproducirse.
Un conocedor de la materia se comunicó con la emisora Tu Preferida 104.5, identificándose como el ingeniero Mauricio. Indicó que la presencia de la palometa peluda en Maturín se debe a que, con la llegada de las lluvias por el fenómeno La Niña; las corrientes de aire del municipio Bolívar hacía la capital monaguense, produce el desplazamiento del animal.