Mientras el Gobierno nacional evalúa un nuevo aumento salarial, las familias en Maturín deben reinventar a diario el menú de cada día para poder sobrevivir.
A pesar de que existan más supermercados en la capital de Monagas, el poder adquisitivo de las personas cada vez es menor, por lo que deben hacer magia para poder comprar el alimento diario.
«La semana pasada cobré la primera quincena de enero y solo pude comprar dos sardina en lata y un poquito de una harina de maíz, porque los precios siguen subiendo cada día», comentó María Avila, docente.
«¿Y qué será, entonces, lo que vamos a comer con un salario de 130 bolívares?», expresó un comprador en el mercado de Los Bloques, que se asustó con los precios de los productos de la canasta básica.
«Yo acostumbraba a comer ensaladas en las comidas, ya ni ese gusto me puedo dar por lo caro que está todo, ayer (miércoles) compré una mayonesa pequeña en 45 bolívares y el kilo de papas a 25, al igual que la zanahoria, ya por allí se gastan 100 bolívares», dijo Ligia Ramos, ama de casa.
También expresó que cuando el presidente Nicolás Maduro, anunció en marzo el único aumento salarial y de pensiones de 2022, el monto de 130 bolívares equivalía a $ 30 y hoy se encuentra en 6 dólares, según la tasa oficial.
Debido al alto costo de la proteína animal, maturineses recurren a sustituir la carne, la cual tiene un precio actual de 105 bolívares, por otros rubros de igual contenido proteico como los huevos, salchichas y granos, los cuales se pueden conseguir a un menor costo.
«Tenemos que buscar cómo sustituir la carne, el pollo y el pescado porque ya ni se puede comprar, todos los días tienen un precio nuevo y nosotros con el mismo salario sufriendo para poder comer», así lo manifestó Clara Villanueva, quien se encontraba en una carnicería.
También añadió que si no hay un aumento salarial o un pronunciamiento ante la economía del país, volverán a vivir la misma situación de los años 2016 y 2017 donde solo podían comer yuca y sardina.