¿Qué pensaría la profesora Inicita Aceituno al ver las condiciones en las que se encuentra la Casa de la Cultura que lleva su nombre? El recinto de las artes del municipio Maturín, se encuentra en el olvido a nivel de infraestructura por lo que se hace necesario aplicar con urgencia un plan que le regrese la majestuosidad al recinto cultural.
Desde hace unos años, las fuentes de la fachada del mencionado espacio fueron colmadas de tierra en las cuales se sembraron plantas ornamentales. La parte interna también ha sufrido el daño al no aplicar los correctivos necesarios y oportunos.
La sala principal de presentaciones luce un poco oscuras, las paredes a la altura del techo dejan en evidencia el problema de filtraciones que se viene gestando desde hace mucho tiempo. En el cielo raso es notorio las perforaciones y la pintura general está sucia.
No es necesario tirar la vista a las alturas para notar los problemas. Gran parte de la tapicería de las butacas se encuentran sucias y un poco más allá, en los baños, existen piezas sanitarias sin cañerías y es un tobo, el que retiene el agua que cae de la tubería.
A pesar de todas las situaciones, las actividades de preparación cultual en sus diferentes áreas han continuado, por lo que niños, jóvenes y adultos se han abocado a participar de las formaciones que se llevan a cabo en el recinto maturinés y que en sus años dorados fue el centro de los grandes eventos de la capital monaguense.
El pasado mes de enero, la alcaldesa de Maturín, Ana Fuentes, visitó el referido espació para realizar una inspección y escuchar los planteamientos de quienes allí hacen vida.
En ese momento la burgomaestre afirmó que es preciso trabajar unidos, y de manera organizada, para que la cultura tenga el espacio que se merece; estacó además que se hace necesario la consolidación del Plan Operativo 2022 que prioriza el trabajo de los artistas, creadores y promotores de gestión cultural.
Por su parte la Directora del Instituto de la Cultura del Municipio Maturín (Inculmat) Brillith Jimenez, aseguró que existe un proceso de autogestión para conservar las instalaciones de la Casa de la Cultura, por lo cual invitó a los ciudadanos a crear conciencia que los espacios no pertenecen a un gobierno de turno, sino a todos los habitantes que hacen uso de ellos