Maturín era considerada » la ciudad distinta» un eslogan arraigado en toda Venezuela , la Sultana del Guarapiche se caracterizaba por ser una ciudad que se distinguía por sus verdes, sus hermosas plazas, pero sobre todas las cosas destacaba por ser una ciudad limpia. La realidad en la actualidad es otra, montañas de basura se desbordan en toda la ciudad, en las avenidas más importantes, la avenida Rojas, la Miranda, en pleno centro y una cosa que se viene haciendo en toda la ciudad, sobre todo para aumentar los graves problemas de salud que tienen los maturineses, es quemar la basura, y no se trata de una costumbre asentada en las zonas rurales, ya se ve hasta en las zonas comerciales.
Uno de los sectores con una influencia totalmente nefasta por la basura lo constituye la avenida principal de Los Guaritos, se observan las islas repletas de desperdicios que los vecinos han venido acumulando ante la falta de un sistema adecuado de recolección y por supuesto, ya empezaron a quemarla también.
Los desechos terminan en cualquier calle de la ciudad , quemados, enterrados, en el río o en vertederos a cielo abierto. Una evaluación de cada una de las etapas de la gestión (generación, recolección, transferencia, tratamiento y disposición final) saldría reprobada. Los pasos para enderezar el camino son amplios, no se sabe si es un problema solo de recolección ante una flota que definitivamente ya pereció y se fue por el camino de la corrupción o de la ineficiencia.
Hay que hacer algo cuanto antes y ahora que estamos en plena campaña electoral para elegir a un nuevo Gobernador sería bueno que sus equipos observarán recomendaciones de manos de expertos sobre como enfrentar el problema de la basura, una de estas opiniones es el de la docente e investigadora activa del Centro de Investigaciones en Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), Nay Valero, quien sostiene que el punto de partida es rescatar la institucionalidad ambiental.
Es precisamente el deterioro de la institucionalidad uno de los problemas que identifica en el manejo de los residuos y desechos, además de la falta de inversión en las etapas del sistema, la ausencia de un plan de gestión integral que articule el trabajo entre los municipios y la falta de programas educativos coherentes, entre otros, porque -destaca- los residuos pueden aprovecharse.
La gestión inteligente en el manejo de los residuos urbanos existe. El informe Innovación en agua, saneamiento y residuos sólidos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) da varios ejemplos: sistemas de recolección basados en “IoT” (Internet de las cosas) en Reino Unido y Japón que reconocen a la persona que recicla, el tipo de residuos y comunican cuando están llenos los contenedores; depósitos inteligentes en Barcelona (España) capaces de compactar automáticamente la basura a través de energía solar; contenedores en Alemania que reembolsan el monto del envase reciclable; y contenedores en Tokio (Japón) con pantalla LCD, en donde se muestran las últimas noticias, la información del tráfico, para vincular más usuarios a su uso.
El informe del BID indica que en el sector de residuos sólidos, la demanda por desarrollo de soluciones tecnológicas es todavía incipiente, por falta de mecanismos de financiamiento, experiencia e incentivos económicos. No obstante, la asesora de proyectos de investigación y desarrollo en el área de educación ambiental para la sostenibilidad, Nay Valero, recalca que existen iniciativas en el país y posibilidades como el aprovechamiento energético a partir del biogás, pero falta voluntad política, colaboración, estrategias que involucren a todos los actores y evaluación y monitoreo.
En el caso de Venezuela, desde la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) se establecen los derechos ambientales y en el caso particular para la gestión de los residuos y desechos sólidos se cuenta con dos instrumentos: la Ley Orgánica de la gestión integral de la basura (2010) y la Ordenanza municipal sobre la gestión de los residuos y desechos domiciliarios.
En cada uno de estos instrumentos se plantea que la gestión integral de los residuos y desechos sólidos es corresponsabilidad de todos los actores que participan en el sistema, entre ellos, los generadores, los gestores del servicio (recolectores, recuperadoras y recicladores), y los supervisores de las instancias gubernamentales, cada uno con roles definidos.
Desde el punto de vista de gobernanza, las normas para la gestión y la cooperación, el plan de gestión integral y el programa de sensibilización y educación ciudadana son clave para garantizar la sostenibilidad del proceso integral de la gestión de los residuos y desechos sólidos desde la generación, la segregación, los circuitos de recolección selectiva, el sistema de transporte, el aprovechamiento y la disposición final.
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