Ciudadanos de Maturín temen ser víctimas de un accidente por el mal estado de la infraestructura de los semáforos de la ciudad. En especial el semáforo de la Juncal con Orinoco, el cual los transeúntes y vecinos aseguran está podrido en su base y poco falta para que caiga.
Por ello hay miedo entre los peatones que deben pasar por esta vía diariamente, sobre todo ahora que las lluvias y los vientos fuertes se han apoderado de la ciudad, y que pueden aparecer sin aviso alguno.
Sin embargo, este no es el único caso de deterioro de los semáforos en la ciudad. En otros puntos de intersecciones de la avenida Juncal se pueden apreciar más dispositivos dañados.
Esta situación se repite en toda la capital monaguense, lo que representa un grave peligro que puede causar la muerte de algún ciudadano. Algunos semáforos se prenden o apagan de manera simultánea mientras que otros simplemente están en negro, lo que se traduce en la falta de mantenimiento preventivo.
Ciudadanos denunciaron que los equipos que fueron reparados recientemente se volvieron a dañar.
Al respecto, son innumerables las quejas por este tema, de competencia municipal y forma parte del orden que debe existir en cualquier ciudad del mundo.
Los maturineses esperan pronta respuesta y acción por parte de las autoridades competentes, a fin de evitar tragedias a causa de esta situación.