Lo que hace unos años atrás era una referencia de interconexión entre municipios no solo en el estado Monagas, sino a nivel nacional; hoy se encuentra convertido en el verdadero filo de la muerte, la autopista Santo Domingo de Guzmán, en la población de Caicara, está a punto del colapso.
Quienes a diario o con frecuencia deben transitar por esta carretera, lo hacen encomendándose a Dios o al santo de su preferencia, rezando el Padre Nuestro o invocando alguna protección que le permita llegar hasta Potrerito o a la capital del municipio Cedeño, con vida.
Una inmensa y visible falla de borde ha hecho que la gran parte de la carretera se perdiera, en otros tramos de la referida arteria vial es visible grandes cráteres producto del socavamiento de la tierra, lo que ha conllevado que un número significativo de pilotines de concreto fueran a parar al fondo de los barrancos.
La maleza también es notoria en varios metros de la viabilidad, el monte se ha apoderado y la isla que divide los carriles de tránsito no se evidencia con claridad, por lo que se hace urgente y necesario una jornada de limpieza.
Los postes parecieran estar de adornos, las lámparas cuelgan como si se trataran de luces de navidad, sin embargo ninguna emite luz, todas están quemadas incluso en parte del trayecto es notorio que no existe ni el foco ni el cable eléctrico que las abastece de energía.
Esta realidad complica aún más la situación al caer la tarde. Son contados los choferes que se atreven a realizar el recorrido, que si bien es más cerca de la población antes mencionada hasta la capital del estado o viceversa, representa el posiblemente dejar una familia sin un ser querido.
La autopista fue diseñada y construida a dos canales, ambos con tres carriles de tránsito, pero debido al colapso del pavimento, se ha tenido que habilitar un desvío improvisado con los bloques de contención, por lo que la carretera se achica usando un solo canal para flujo y contraflujo de carros.
En la actualidad el gran número de ciudadanos que frecuentemente deben salir de Caicara con rumbo a Maturín, lo hacen por lo que llaman la carretera vieja, usando la población de La Toscana como enlace entre el municipio Cedeño y la llamada ciudad distinta y aunque el trayecto es más lejano, también es más seguro actualmente.
Los moradores de Caicara y aquellos que acuden a él con frecuencia, solicitan a las autoridades locales y regionales, contemplen la creación de un plan y se dediquen al rescate y adecuación integral de lo que fue considerada en su momento, la puerta de entrada Caicara, la tierra del mono y capital cultural de Venezuela cada 28 de diciembre.
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