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El 20 de marzo, el médico y bioestadista de la U. de Chile Mauricio Canals comunicó a sus cercanos que el informe semanal que lo transformó en un referente en la predicción de escenarios epidémicos llegaba a su fin. La pandemia era “más predecible y benigna”, por lo que su proyección ya “no tenía sentido”, detalló en el correo que envió hace más de dos meses.
Eso sí, advirtió que, de observar un escenario epidemiológico preocupante, volvería a informar. Y lo hizo el 9 de mayo, cuando el documento que recibían semana a semana salubristas, infectólogos, epidemiólogos y las autoridades de este gobierno como de la administración, volvió.
En ese informe advirtió que “los números sugieren el inicio de un nuevo brote epidémico.” En ese contexto, desde hace tres semanas que los contagios van al alza, y durante la última jornada se registraron 6.098 casos, lo más alto que se ha llegado en este índice desde el 27 de marzo pasado, es decir, hace 53 días -o siete semanas y cuatro días-.
-Estuvo unos meses sin compartir sus informes, ¿por qué volvió?
-Cuando dejé de hacer el informe dije que si había alguna anomalía iba a volver a hacer un informe para avisarles a las autoridades, porque yo lo comparto con muchas personas, muchos académicos, gente que está ligada al gobierno y personas del Colegio Médico. Entonces, si había algo raro que yo detectaba, iba a hacer un informe más preciso para que se pusiera atención al tema. Así que por eso volví.
-¿Qué detectó?
Hay una anomalía que detectamos hace tres semanas, pues se empezó a ver un aumento en la transmisión. De nuevo se empezó a elevar el R efectivo de forma importante. Después de que estuvo súper bueno por un tiempo, y alrededor del 0,8, se elevó a 1,1. Después, la semana pasada, a 1,20 y hoy está en 1,33, eso significa un aumento de un 33% en los contagios cada semana. Eso es un aumento muy importante en la transmisión.
-¿A qué se debe este aumento en los casos y en la transmisión?
-Yo lo atribuyo a varias cosas. Yo creo que la causa principal es la disminución en la cobertura de vacunación. Aquí me refiero a lo que llamamos cobertura dinámica. Si uno lee el último informe que sacó la Plataforma iCovid de la Universidad de Chile, Universidad Concepción y Universidad Católica, ellos destacan que la cobertura dinámica, es decir, la persona que tiene su esquema completo, ha bajado desde un 81% hasta un 66%, durante los últimos ocho meses. Eso es un cambio muy importante. Entonces, hay una menor inmunidad poblacional. La gente perdió la percepción del riesgo y se está vacunando menos, no está cumpliendo con su calendario de vacuna. Ese el factor principal.
-¿Cuáles son los otros factores?
-Yo diría que es la presencia de la subvariante ómicron, B.A.2, que es un linaje que ha ido reemplazando a la variante original. Tiene una capacidad distinta, lo que hace que en cierta manera sea un virus un poco diferente. Entonces, nuestra inmunidad no estaba tan preparada para este virus como lo estaba para la variante que estaba circulando anteriormente. Ómicron dos está jugando un rol que es importante. Lo otro, es que las condiciones de ventilación no están buenas, porque está empezando el frío, porque hay contaminación ambiental y material particulado fino, y eso siempre influye de alguna manera en las enfermedades respiratorias.
El rezago en las vacunas es algo natural. La población pierde la percepción de riesgo cuando ve que el escenario mejora o que el virus es más leve. Es importante destacar que, en general, ómicron tiene una gravedad bastante menor a lo que tenían las variantes previas, en particular la variante gamma, que dominó la circulación el año pasado y era de una virulencia bastante mayor. Entonces, yo creo que hay dos motivos, que el cuadro que producía el virus era más leve y que las personas tenían la sensación de que la pandemia había terminado.
¿Por qué? ¿Se perdió la comunicación de riesgo?
La comunicación de riesgo tiene que ver con la percepción global que tenemos de los problemas. En Chile la atención siempre estuvo puesta en la pandemia, pero aparecieron distractores, como por ejemplo las elecciones, el cambio de mando y otros temas importantes. Durante este tiempo se comunicó menos lo que estaba pasando con la pandemia, y ese es un factor que puede influir. El aspecto positivo que hay que seguir mirando y que hace que no debamos estar exageradamente preocupados es la ocupación UCI, que sigue bajando.
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