Unas doce mil personas estarían sin empleo luego que el pasado lunes la automotriz estadounidense Ford anunciara el cierre técnico de sus tres plantas de producción ubicadas en Brasil, reseñó el diario Nodal.
De acuerdo con el medio brasilero, la compañía informó en un comunicado que las sucursales ubicadas en Camacari y Taubaté cesarán “inmediatamente” su producción, no obstante seguirán suministrando partes “durante varios meses para dar apoyo a los inventarios”. Mientras que la tercera instalada en Horizonte operará hasta el cuarto trimestre del año, según indicó la empresa.
El máximo ejecutivo de la Ford, Jim Farley, explicó que “estamos trasladándonos a un modelo de negocio más austero y ligero en activos al cesar la producción en Brasil y servir a los clientes con algunos de los mejores y más excitantes vehículos en nuestra cartera global”.
Aún con el cierre técnico, la compañía automotriz aseguró que continuará en Brasil atendiendo al cliente en las ventas, el servicio, el mercado posventa y apoyo de garantía, así como su centro de desarrollo de producto en Bahía, su campo de pruebas en Tatuí y su sede regional en Sao Paulo.
“La pandemia del covid-19 amplifica una persistente capacidad inactiva de la industria y una lenta facturación que han resultado en años de pérdidas significativas” excusa la nota al explicar el motivo del cese de operaciones tras señalar que dichas sucursales han sido un “entorno económico desfavorable”.
Trabajadores protestan en rechazo al cierre
Los aproximadamente doce mil trabajadores de las sucursales de la Ford de Brasil protestaron el martes tras el anuncio del cese de operaciones en dichas plantas de producción, reportó Nodal.
El medio señala que los manifestantes también responsabilizan al gobierno de Jair Bolsonaro por afirmar que la automotriz “desentona” con la supuesta recuperación industrial brasileña.
Julio Bomfim, presidente del Sindicato de Metalúrgicos de Bahía, dijo que “los propios ejecutivos de Ford nos dijeron que era por la inestabilidad económica y la incertidumbre del Gobierno federal”.
Detalló que el cierre de la compañía es un “crimen” contra los empleados directos e indirectos y solicitó que se investigará la concesión de créditos estatales y exenciones impositivas otorgados a la empresa.