Cada vez es mayor la cantidad de vendedores informales que todos los días se aprecian en abordando los autobuses para ofrecer diferentes chucherías. La mayoría comienza desde las 6:00 de la mañana y se observan principalmente en la Plaza 7, frente a la plaza Rómulo Gallegos, zapatería La Luna y en la Juncal con Bolívar.
Caramelos masticables de menta, chupetas y galletas rellenas de chocolate, son algunos de los productos que ofrecen los llamados “charleros”. Lo que ganan al día lo gastan principalmente en comida para llevar a sus familias, ganancia que a la semana puede llegar hasta $30.
Desde muy temprano, Freddy Alcántara sale a vender sus caramelos y así poder tener qué llevarle a sus hijos y esposa. Lo que gana en un día de trabajo le alcanza para comprar dos kilos de arroz, harina y la vianda que puede ser mortadela, un pedazo de queso o un poquito de carne.
“Quedé desempleado hace un mes y por eso salgo a la calle a vender caramelos, es la forma de poder ganarme la vida y llevar el sustento a mi familia. A la semana puedo hacer hasta 30 dólares trabajando todos los días”, contó Alcántara.
Andy López un joven de 21 años quien tampoco cuenta con un empleo formal, manifestó que desde hace dos años se dedica a este oficio. En un día puede generar de ingresos 5 dólares vendiendo caramelos masticables.
“Con este trabajo es que pago el alquiler de la habitación y compro la comida, todos los que estamos en esto, es porque no tenemos empleo y la única forma de sobrevivir es esta. Es preferible trabajar así y no andar haciendo cosas malas por ahí”, expresó López.