El pasado sábado 15 de enero el volcán submarino Hunga Tonga Hunga Ha’apai, un volcán con una historia de actividad y ubicado entre dos islotes, que en ocasiones pueden quedar unidos por la ceniza acumula entre ambos, a 65 kilómetros al norte de Nuku’alofa, la capital de Tonga, hizo erupción con un estruendo que pudo ser escuchado a cientos de kilómetros de distancia, y sus cenizas y vapor se expulsaron a unos 20 kilómetros de altura.
La erupción fue tan fuerte que la nube de humo expulsada provocó un tsunami de un diámetro de 260 kilómetros que se pudo ser observada desde por los satélites en la órbita terrestre. Por estos eventos científicos califican esta erupción como una de las más violentas registradas en los últimos treinta años.
«La gran y explosiva extensión lateral de la erupción sugiere que probablemente fue la mayor desde la erupción del (Monte) Pinatubo (el 13 de junio) 1991», manifesto Shane Cronin, vulcanólogo de la Universidad de Auckland a Radio New Zealand.
La erupción del Monte Pinatubo, por su parte tuvo una nube de humo y cenizas de hasta más de 20 kilómetros de altitud y una lluvia de lava sobre tres ríos que le bordean.
Cronin explicó que los datos preliminares de la actividad de este sábado del Hunga Tonga Hunga Ha’apai apuntan que el índice de Explosividad Volcánica (IEV), que calcula la magnitud de la erupción, puede llegar a cinco en una escala de ocho en contraste con la del Monte Pinatubo de seis.
Sin embargo, el vulcanólogo expresó que una erupción del tal magnitud (cinco) solo ocurre un par de veces en una década.