Aunque para algunos las comparaciones pueden resultar odiosas, las semejanzas entre la educación de hace 30 años y la actual son grandes. Así expresa la profesora, Ennis Acosta, jubilada con 32 años de servicio.
A juicio de Acosta, la educación de hoy en día es muy «ligth», nada que ver con la de hace tres décadas, la cual exigía al estudiante para poder aprobar la materia o el año. Comenta que los estudiantes en la actualidad no salen bien preparados para la universidad o incluso el liceo.
«Hace años a los estudiantes se les exigía en todas sus asignaciones, trabajos, exámenes, exposiciones donde ellos mismos tenían que preparar sus láminas. Actualmente vemos que la mayoría de los estudiantes, son los padres quienes hacen las tareas y el alumno no está aprendiendo nada. Esto obviamente es un retroceso grandísimo porque cuando van a la universidad pasan pena», opinó la profesora.
Otro punto al que hace referencia la educadora tiene que ver con la relación del docente con la comunidad. Señala que no existe esa integración como antes sino que el maestro solo «entra y sale de la escuela».
Asimismo se refiere al tema de los cargos, en el que considera no se toman los méritos que tenga un educador sino por su posición política. «Ahora vemos como cargos importantes lo ocupan personas con dos o tres años de servicio, es decir, poca preparación. No se toman en cuentan los niveles de estudios avanzados que pueda tener un docente, sino que milite en determinado partido político».
La parte salarial y laboral son dos puntos más que en nada se parecen a hace 30 año. La profesora jubilada recuerda que con el sueldo, un maestro podía comprarse un carro, ampliar su casa, comprar electrodomésticos, viajar y vivía decentemente.
«Hoy los profesionales de la educación son los peores pagados; perciben salarios de hambre, no cuentan con seguridad social, ni seguro funerario. La infraestructura de las escuelas en su mayoría está deteriorada, eso también incide en la calidad de la educación», remató Acosta.