Un día como hoy, pero hace tres años, la joven madre Vanessa Rosales Rondón desapareció misteriosamente, aún su madre espera a que llegue con bien a su casa, luego de aquel mensaje que le enviaría «voy en vía».
Un fuerte movimiento policial ocurrió para ese entonces, descubriéndose sitios nocturnos al norte de la ciudad de Maturín donde explotaban sexualmente a mujeres que eran captadas por taxistas, sin embargo, esta caso no tuvo ninguna vinculación o cercanía con la desaparición de la joven de 28 años de edad y madre de una pequeña de 5 añitos.
Las búsquedas particulares nunca han cesado puesto que los organismos correspondientes a las investigaciones dieron respuestas sobre el paradero de Rosales.
Ángel Aguilera, hermano, comentó que «en el Cicpc es lamentable la respuesta que mi mamá ha recibido, es una total agonía porque la pelotean de oficina en oficina y nadie da respuestas».
El 17 de noviembre de 2019, la joven vestía una blusa blanca con rayas verdes y una licra de color naranja. Ella había ido a un reconocido centro comercial al sur de Maturín por una ofertas navideñas.
Como la tienda por departamento estaba abarrotada de clientes, la salida de Vanessa demoró y llegó al centro de la ciudad pasada las 8 de la noche.
Su última ubicación fue la avenida Juncal con Bolívar, allí tomaría un taxi para dirigirse a su vivienda, lugar donde la esperaba su hija para ser amamantada.
Algo extraño ocurrió y ese misterio la familia no ha logrado descifrar. «Si estuviera muerta ya su cuerpo hubiese aparecido en cualquier lado», sostuvo la fuente vía telefónica.
Ellos temen que, por cómo ocurrieron las cosas, Vanessa hubiese sido raptada para posteriormente ser sacada del país y explotada en algún país vecino.
Las coordenadas que arrojó el barrido celular fue la intersección de la Juncal con Bolívar, donde se embarcó en carro.
Familiares aseguran que, cuando Vanessa abordó el vehículo mandó un mensaje de texto a su madre para que estuviese pendiente que ella iba en camino, desde entonces ha sido inútil ubicarla. El celular de la joven fue apagado y se desapareció cualquier posibilidad de rastreo.
Los allegados no han tenido paz, algo les hace sentir que Vanessa está con vida pero en un lugar lejano.
Al cumplirse este tiempo, piden nuevamente a las autoridades retomar las investigaciones y dar con la ubicación de la joven.