La falta de recursos sin duda alguna juega en contra de la vida de niños con cáncer, que sin conocer maldad alguna, el tiempo es limitado y solo Dios sabrá hasta cuándo o quienes serán esos ángeles que contribuyan para que sean trasladados a otro estado para ser operados.
Esta es la realidad a la que se enfrentan en el hospital central de Maturín, los niños que han sido diagnosticados con algún tumor maligno o que necesiten extracción de médula para confirmar la presencia de leucemia en la sangre.
En unas de las camas de hospitalización del área de pediatría, reposaba un niño de tan solo 4 años, él se recupera de una operación que le hicieron para extraerle una muestra del tumor que se le formó en sus intestinos.
Sus padres, de Santa Elena de Viboral en Maturín, conocieron el cuadro médico al llevarlo hasta el centro de salud, por un dolor insoportable en la cavidad abdominal. La respuesta de los galenos no fue nada alentadora, desde hace ocho días su abuela y su tía Yenifer Leonett, luchan por buscar los recursos para llevarlo hasta la ciudad de Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui, para que sea tratado por oncólogos pediatras, ante la ausencia de los mismos en Monagas.
«Lo iban a llevar a Caracas y solo faltaba la cama en el hospital para poder ser trasladado, pero ya ha pasado una semana y se logró conseguir en Puerto La Cruz, más cerca, donde también le harán las quimioterapias», relató la tía del bebé.
Detalló que «no han venido médicos oncólogos, las enfermeras le hacen la limpieza y le ponen tratamiento».
Explicó que para costear los gastos de tratamiento y evaluaciones, dependen de colaboración de fundaciones y parientes, actualmente esperan un dinero para un chequeo que remonta los 50 dólares.
En otra de las camas, una niña de seis años espera por la caridad para que le realicen la extracción de médula espinal y así conocer si tiene o no leucemia, aunque todo los síntomas, según su mamá Adriana Villaroel, son muy parecidos a esta terrible enfermedad, hematomas y pigmentación amarillenta de la piel. Explicó que ha presentado complicaciones con el hígado y el vaso está aumentado de tamaño, ya alcanza 14.1.
Aseguró la joven madre que desde hace 20 días le ha tocado luchar, el primer día llegó de Caripito y la mandaron para su casa.
«Vine de Caripito y tuve que pedir una orden para que me la ingresaran porque no era normal lo que estaba pasando y los médicos no estaban atendiendo como debían», contó.
Indicó de igual forma que necesitan 200 dólares para la evaluación de la médula y de allí receten el tratamiento adecuado.
«Una hematóloga que conocemos nos va hacer el favor de tomar la muestra, será mi esposo que vaya a un laboratorio en Caracas, el lugar donde está más barato, para conocer por fin qué es lo que está pasando», relató.
Adriana también requiere de la ayude de terceros, a la semana gastan más de 20 dólares para costear los gatos de medicamentos y alimentación.
«Hemos vendido ciertas cositas para poder comprar el tratamiento, no somos de Maturín y más difícil se nos pone la situación», contó afligida la mujer.