Un milagro para ti almorzó este viernes aproximadamente con 238 habitantes del sector la Manga, con apoyo de la Corporación el Periódico 104, Catedral de Maturín y demás fundaciones aliadas, se pudo desarrollar la obra social.
La Olla Comunitaria se realiza con frecuencia por los proveedores que ayudan a atender estas gestiones en apoyo a las personas más necesitadas. Es importante mencionar que los alimentos los facilitan las fundaciones, By-Theyr Fruits ubicada en Orlando Florida, también Engagement group , Canadá, ambas están conformadas por venezolanos y latinos, sin embargo, cada habitante de la comunidad se encarga de colaborar con más productos para abastecer esta noble causa.
Este proyecto promovido también por Cáritas y la Federación Episcopal Venezolana, con la finalidad de tener la representación del Obispo en cada estado.
El Párroco, Samael Gamboa, de la Catedral Nuestra señora Del Carmen, en la jornada de alimentación en los sectores, San José, calle 2 A y 4, indicó que se organizan para abastecer a discapacitados, niños y adultos, normalmente la comida es sopa, aseguran que es rentable y rendidora. Los atendidos se dirigen a los hogares de las coordinadoras o se las distribuyen casa por casa para evitar aglomeraciones y evitar el contagio de la Covid-19. Tal es el caso de José Meneses, colaborador de logística en esta comunidad, presta su apoyo con la logística y repartidor de la comida, “el fin es ayudar a quien más lo necesite”.
Por su parte Gamboa, “Nosotros en la parroquia nuestra Señora del Carmen, guiador por nuestro Obispo Monseñor, Enrique Pérez Lavado, llevamos a través de la Pastoral Social y Cáritas las ollas comunitarias en distintos sectores vulnerables. Le doy las gracias a las fundaciones y familias de buenas voluntades”.
La coordinadora de la calle 4, Norma Brito, comentó “es placentero para nosotros poder beneficiar a las personas más necesitadas de nuestra parroquia, al ver la reacción alegre de cada uno, me satisface”.
La idea es brindar una mano amiga cumpliendo con el principio cristiano de ayudar a quienes no cuentan con los recursos necesarios, “en la iglesia tendrán un refugio, porque está la presencia de Dios. Como decía el monseñor Salaverria no nos podemos cansar de ser buenos, esa es la grandeza del ser humano, disponer de una mano amiga», dijo Gamboa.