Los sedantes se encuentran fácilmente en tiendas veterinarias y se venden como caramelos para calmar a los perros de la pirotecnia en las fiestas navideñas, sin embargo empeoran el problema ya que afectan la actividad eléctrica del cerebro de tu canino dejandolo sin posibilidad de expresarse, moverse o escapar ante el miedo que le provocan los fuegos artificiales.
Enoe Carolina Antuárez, Educadora Canina, nos explica que los sedantes actúan como si nos pusieran una camisa de fuerza y nos pasaran las cosas a las que más le tememos frente a nuestro cuerpo, sintiendo el mismo miedo pero sin posibilidad de escapar.
A través de las redes sociales de SE HABLA PERRUNO, hay una serie de recomendaciones para pasar la nochebuena con menos estrés de lo habitual, entre ellas, productos naturales relajantes, paseos temprano, ejercicios de masticación, aromaterapia, música relajante y sobre todo brindar un sitio seguro donde tu perro no pueda escapar.
“A los humanos también nos afectan los estruendos y las tormentas. En el caso de los animales, principalmente ocurre por el temor a lo desconocido y a que esos estímulos les produzcan alguna injuria posteriormente”, responde Ricardo Bruno, médico veterinario especialista en comportamiento animal.
Además, la conducta de las personas en esos días es distinta y no cumplimos con la rutina cotidiana. “Si, por ejemplo, los dueños se van a las nueve de la noche de casa, hora en la que suelen llegar, es percibido por los animales y les genera malestar”, agrega Juan Duacastella, médico veterinario del Laboratorio Labyes.
“Los perros parecen ser más sensibles o demostrativos con los estruendos y rompen cosas o sufren accidentes por intentar salir de algún lugar”, responde Duacastella. “En ellos es un poco más complicado en virtud de la estructura social de los cánidos donde la conducta de los integrantes de su grupo social (familia humana en el caso de los perros domésticos de compañía) incide en la aparición de fobia en el perro por este tipo de estímulos”, amplía el doctor Bruno.
Con respecto a los gatos, en general ante los primeros ruidos buscan un lugar inaccesible, tranquilo y oscuro. Se quedan ahí hasta horas después de pasados los estruendos. “No representan un problema mayor para sus propietarios ni para el mismo animal”, asegura Bruno.
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