La situación de reclamos plateada por trabajadores de la educación y la salud, el estancamiento de los diálogos internos y externos en Venezuela, así como las expectativas en torno al futuro de la frontera colombo-venezolana actualmente amenazadas por grupos irregulares, son analizadas para El Universal por el vicepresidente de la Comisión de Diálogo, Paz y Reconciliación de la Asamblea Nacional (AN), diputado Luis Eduardo Martínez, como escenarios que, según el experto consultado, pesan sobre la tranquilidad del país en estos momentos.
“Preocupa muchísimo que, quizás por muchos años en tiempos que sucedieron a la dictadura de Pérez Jiménez después de 1958, los trabajadores del sector educativo como también el de la salud, se vayan a su período vacacional sin cobrar los denominados bonos vacacionales y, en el caso de los activos y los jubilados, sus bonos recreacionales que están contemplados en la convención colectiva que se venía suscribiendo progresivamente”, comenzó señalando.
En tal sentido, justificó Martínez el disgusto y reclamo de los trabajadores de los citados sectores laborales que vienen expresando su malestar públicamente a lo largo de gran parte del país, indicando seguidamente que “las propuestas que se han hecho de fraccionar el pago de los bonos es absolutamente inaceptable”.
“Entendemos, y así nos lo han hecho saber, que hay dificultades de caja y escasez de recursos para poder cubrir estos pagos, pero exhortamos de la manera más enérgica al Ejecutivo nacional para que, de las disponibilidades que pudieran existir en otras áreas del presupuesto nacional, pudieran prepararse traslados de partidas que permitan honrar esos compromisos con los trabajadores de la educación y la salud, que merecen recibir prontamente esto que, insistimos, es un beneficio contractual de vieja data”, agregó el parlamentario.
Sobre el proceso en el cual cifra sus esperanzas un inmenso sector de la población convencido de la posibilidad de un entendimiento entre todos los venezolanos, mediante el diálogo Gobierno-oposición, se muestra pesimista el diputado Martínez, pese a anuncios, especialmente provenientes del sector opositor que han venido señalando la posibilidad de su reanudación en fecha muy próxima.
Basa su apreciación, en el último obstáculo esgrimido por el oficialismo, en el sentido de negarse al reinicio de lo que también anunciaba como posible, “ante los episodios vinculados al secuestro de un avión venezolano, con la tripulación, en Buenos Aires”.
Por otra parte, reitera su propio cuestionamiento y el del partido del cual es dirigente nacional, Acción Democrática, sobre la representatividad opositora prevaleciente. “Creemos que un diálogo que solo incluya a un sector de la oposición, que solo se concentre en lo político electoral, es absolutamente inconveniente para el país y no conducirá, como no ha conducido ese formato a ningún tipo de soluciones prácticas para el común de los venezolanos”, dijo.
Tras expresar su duda en la continuación de ese diálogo “entre el oficialismo y la oposición que se agrupa en el denominado G-4 Plus”, insistió en la posición que ha venido repitiendo sobre la necesidad de un proceso que sea “inclusivo, transparente, preferiblemente basado en territorio venezolano y que le dé fundamental prioridad a los temas económicos y sociales”.
De igual manera, en una posición de definición política sobre la manera como personalmente y como dirigente de un colectivo político, visualiza las luchas por el poder en Venezuela expresó: “Nosotros pensamos que el cambio tiene que darse por la vía democrática, pacífica y electoral. Allí al lado está Colombia que acaba de demostrar con la juramentación de Petro, como es posible llegar al poder por la vía del voto después de haberlo intentado por muchas otras vías. Aquí también es posible, necesario y conveniente”.
Tomado de El Universal
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