Desde el Centro de Estudios Agroalimentarios (CEA) revelaron su más reciente estudio enfocado en los desequilibrios en la dieta nacional, de acuerdo a los indicadores de consumos medidos en el año 2022, informe en el que señalaron que -pese a la mejora sustancial de la disposición per cápita de alimentos- los venezolanos tienen una dieta desequilibrada.
«Se registró en el 2022 un incremento del consumo de alimentos, concentrado fundamentalmente en los alimentos capaces de generar saciedad (ricos en carbohidratos), no siendo de igual dimensión el consumo de otros tipos alimentarios que aportan fundamentalmente proteínas y micronutrientes». Así lo manifestaron en el documento hecho público por Edison Arciniega, presidente de esta institución.
De acuerdo a esta ONG, este desorden alimenticio en el grueso del país podría tener su origen en una disposición estimada de proteínas per cápita al día de sólo 42 gramos, lo que implica un déficit diario de 33 gramos. «La pobreza alimentaria proteica es la base de un conjunto de patologías inmunitarias, de regeneración de tejidos y desarrollo de la primera infancia, todas de alta gravedad», alertaron.
Asimismo, los especialistas en la materia dejaron claro que existe hoy una disposición estimada de calorías de 2.500 kcal, lo cual implica un superávit calórico de 300 kcal. Sobre este punto, refirieron que el consumo excesivo de calorías puede inducir al desarrollo de obesidad, la cual puede estar asociada a un efecto rebote agudo entre quienes vienen de un consumo deficitario, con el consiguiente impacto en el desarrollo de patologías como la diabetes.
Entre las cifras más alarmantes de consumo, en el estudio apuntaron que el consumo per cápita promedio al mes de cereales excedió el 76,54% del requerimiento nutricional establecido en la Dieta Prototipo Nacional (DPN), que ronda los 12 kg per cápita por mes.
En cuanto a los reportes correspondientes a frutas, fue de 2,23 kg per cápita promedio por mes. Esto, a juicio del CEA, implica déficit con respecto a la DPN de 62,69% (-3,76 kg). Se requieren 5,99 kg per cápita al mes, Si se rigen por el patrón socio-histórico de satisfacción de las necesidades nutricionales.
Asimismo, detallaron que el consumo de carne de res fue cercano de 1,16 kg per cápita al mes. «A menor consumo de carne de res más anemia ferropénica», destacaron. En cuanto al consumo de carne de aves, fundamentalmente pollo, estuvo por el orden de 2,21 kg por mes, lo cual implica un déficit de 1,99 kg (47,30% de déficit) con respecto al requerimiento per cápita por mes del biotipo nacional, que es de 4,20 kg por mes.
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Estas cifras, según subrayaron, evidencian la existencia de un déficit agudo de consumo de proteínas asociadas a aminoácidos esenciales
Entre las buenas noticias recogidas, destacaron el consumo de huevos per cápita promedio al mes de 1,69 kg. La brecha de consumo con respecto a la DPN se redujo a sólo 0,19 kg por mes (12,55% de déficit)
Sobre el mismo reporte, infirieron que en el país, producto de los desequilibrios asociados a la dieta, se está activando una incidencia general de patologías sanitarias asociadas a la malnutrición como la obesidad, el retardo de crecimiento y afines.
Con información de Centro de Estudios Agroalimentarios (CEA)
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