Familiares de los detenidos en los calabozos del Cicpc Maturín acudieron este martes a la sede de El Periódico de Monagas, para denunciar el brote de enfermedades cutáneas e infecciosas en estos espacios.
Una mujer cristiana, quien prefirió no identificarse por temor a que el caso de sus familiares se estanque o reciban represalias, indicó que los privados de libertad presentan sarna, piojos, abscesos, afecciones respiratorias y retención de líquido en las piernas por dormir parados.
“Hay un muchacho que le cayó gusanos por una herida que tuvo. Nosotros corremos con los gastos de medicamentos porque no se han hecho traslado al hospital; tampoco hay vehículos para movilizarlos”, indicó la denunciante.
“Como mujer de fe, le pido a Dios todas los días que se haga justicia y mis familiares los saquen de allí porque son inocentes. Estos días el papá de otro detenido dijo que su hijo tenía coronavirus. Tenemos miedo que eso sea un foco que ponga en riesgo la vida de los demás detenidos”, comentó la mujer.
La fuente también dijo que “todo los días llevamos agua y comida. Mi nieto sufre de epilepsia y le han dado dos crisis donde se ha visto muy mal. No queremos que su cuadro clínico se complique”.
“Vamos a solicitar como familiares ante la Defensoría del Pueblo que los casos sean revisados y se ataque el retardo procesal, la situación pandemia complica el traslado diario al Cicpc y la salud de nuestros hijos se agrava”, puntualizó.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.