Apenas horas después de que el mandatario Nicolás Maduro afirmara que 2021 cerraría con una positiva recuperación económica por primera vez desde que «inició la guerra económica», los datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV) indican que la realidad para el venezolano podría no ser del todo positiva.
La temporada navideña, conocida por sus picos de consumo y alto dinamismo económico, suele propiciar un marco referencial del estado de la economía venezolana mediante costumbres como los estrenos, la compra de regalos, estrenos y especialmente las cenas para la nochebuena y el fin de año.
En cuanto a las cenas, Cendas-FMV asoma que esta vez la tradición podría no cumplirse del todo, debido a que los venezolanos cada vez poseen menos capacidad adquisitiva, mientras que los precios de los productos siguen incrementando, incluso en dólares.
Esta realidad se refleja mediante el consumo de pernil, proteína central de las cenas de navidad, que bajó en comparación con años pasados, debido a que su precio se estima en aproximadamente 39 bolívares por kilo y se necesitan al menos 10 para cocinar y otra cantidad para preparar las hallacas.
Cendas-FMV estima que son necesarios 256,57 salarios mínimos para completar una cena navideña que está fuera del alcance de muchos venezolanos. A esto se suman otras tradiciones que quedan fuera de consideración.
«Estas tradiciones, como el estreno, han quedado reducidas a por lo menos los más pequeños, y lo que se puede. Parte de la tradición era estrenar todos, pero ahora es para los más pequeños, junto con los juguetes», sostuvo el director de Cendas-FMV, Óscar Meza, en una entrevista para Unión Radio.
El analista reconoce que también creyó que el dinamismo de la economía observado en los últimos tres meses se reflejaría en un mayor consumo para la temporada navideña, pero las estimaciones indican que el venezolano obtendrá menos pernil que el año pasado, en gran parte debido a que el gobierno chavista solía entregar piezas de esta proteína a través de sus programas de alimentación, como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), una política que abandonó este año.
«Hay que tener en cuenta que el gobierno en esta oportunidad ni siquiera ofreció el pernil. Los sectores que dependen de las bolsas CLAP no pudieron tener el pernil. En cierto sentido se sincera el Gobierno porque eso debería comprar la familia», resaltó.
Esta situación es apremiante para las familias venezolanas, pues no solo significa un desprendimiento de muchas de sus costumbres culturales, sino que incluso compromete sus necesidades básicas, pues la canasta navideña se calcula cerca de los 400 dólares, a los que se suman otros 400 dólares de la canasta alimentaria para llevar a la mesa los productos esenciales para completar
Al comparar las cifras con las navidades pasadas, se observa un incremento de los precios de las canastas en dólares en torno al 80%. «Por donde lo veas, tenemos un incremento de los precios en dólares», recalca.
Las previsiones esconden un panorama aún peor, ya que desde Cendas-FMV se proyecta que el precio de la canasta alimentaria supere los 500 dólares y la básica alcance los 1.000 durante el año 2022.
Por este motivo, Meza subraya la necesidad de recuperar el consumo del venezolano, reactivar el crédito bancario y dinamizar la economía aprovechando que, probablemente, el país supere su etapa de hiperinflación a inicios de año.
«No hay posibilidad de que se dinamice la economía si no se recupera el consumo, que significaría incrementar la demanda. Eso se logra generando puestos de trabajo que puedan generar ingresos en dólares, que es la única manera en la que puede adquirirse una canasta alimentaria», acotó.
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