La tarde del 18 de mayo 2023 un suceso conmocionó no solo a los habitantes de Maturín, el impacto de la noticia se extendió por los portales informativos y trascendió más allá de las fronteras de Venezuela.
En una vivienda de la urbanización Valle Real ubicada en el sector Tipuro II perteneciente al municipio Maturín del estado Monagas, el joven Santiago Bucca Gil de 24 años, asesinó a su madre, Francis Gil.
La forma en como ocurrieron los hechos le permitieron ganarse casi que de inmediato el apodo de “el monstruo de Tipuro II”.
Santi (como era cariñosamente llamado), segó la vida de su progenitora dentro de su domicilio. Con una pala le golpeó en la cabeza varias veces hasta dejarla tendida en el suelo inconsciente, sin signos vitales; luego con un serrucho pretendía descuartizarla.
Según relatan los vecinos, los gritos de Francis Gil (55), se escuchaban en todo el urbanismo, y a pesar que notificaron a las autoridades, los agentes de seguridad llegaron tarde, «pudieron haber evitado esa tragedia», dijeron.
Dentro del recinto, la imagen era dantesca. La fémina estaba tirada en el suelo de la cocina, su cuerpo cortado a la mitad y con la cabeza destrozada daban la imagen de una película de terror, sin embargo, todo fue real.
De Francis se supo que era madre de dos hijos, una que vive fuera del país y Santiago, con quien siempre tenia discusiones por el mal comportamiento del muchacho quien estaba las drogas y había vendido gran parte de los enceres de la casa para satisfacer su vicio.
La muerte de la mujer, quien se desempeñaba como costurera, al parecer obedece a un anillo de oro que según algunas versiones, el victimario quería para venderlo y así comprar sus sustancias.
Todo parece indicar que tras la negativa de la occisa, Santi se llenó de ira y empezó a golpearla. Francis tomó la prenda y se la tragó, lo que encolerizó aún más al victimario.
Al parecer, el joven asesino usó el serrucho para abrir el abdomen de su madre y extraer la joya, versión que días más tarde, el muchacho habría comentado en los calabozos del Cicpc con sus compañeros de celda.
La psicólogo, Celeste Ríos Abiad, no descarta que Santiago Gil sea una persona con problemas mentales, “lo ocurrido sorprende desde cualquier punto de vista y pudiéramos decir que es un sujeto con problemas, es decir, un individuo psicótico”.
Recalcó que debido a los antecedentes dados a conocer, el victimario no recibió tratamiento o asistencia médica para su comportamiento.
Destacó que el uso de sustancias como drogas o alcohol puede intensificar el nivel de psicosis en una persona, alterar su comportamiento o estilo de vida al punto de llevarla a cometer acciones jamás pensadas.
El 23 de mayo del 2023 a solicitud del Ministerio Público, fue privado de libertad Santi Bucca Gil y fue ordenada su reclusión en el Centro Penitenciario de Oriente, conocido como La Pica.
Durante la audiencia de presentación, la Fiscalía 18ª de Monagas le imputó la presunta comisión de femicidio agravado en perjuicio de su madre.
El 31 de agosto de ese mismo año trascendió que al llamado “monstruo de Tipuro II”, la justicia venezolana lo habría condenado a 28 años de prisión.
Debido a su comportamiento a Santi, se le evaluaba si se recluía o no en el Centro Nelson Mandela, anexo a La Pica, e su permanencia en los calabozos del Cicpc había manifestado estar arrepentido y ha aseguradoque la acción la ejecutó porque tuvo una visión de un espíritu maligno.
Al momento de esta publicación y pese a los esfuerzos realizados, se desconoce si el “Monstruo de Tipuro II” permanece en el Cicpc o fue trasladado a la cárcel monaguense.
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