Crece la preocupación en familiares de las víctimas de la explosión en Caño de Los Becerros, luego que estos comenzaran a presentar cuadros de infecciones generalizadas, conocido como sepsis o septicemia.
Gruber Gil, quien es padre de una de las jóvenes en estado crítico por esta afección, contó para El Periódico de Monagas sentirse mortificado por esta situación.
Gil detalló que su hija se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital central de Maturín, junto a otro muchacho de 25 años, en estado reservado.
Otra de las personas que ha sido reportada con septicemia es la señora Graciela Hernández de 67 años; ella está recluida en el Centro de Espacialidades Médicas y comenzó a descompensarse en horas recientes.
Así lo refirió una de sus hijas quien se encontraba en el centro de acopio habilitado en el centro asistencial capitalino. En las clínicas privadas siguen estando tres de las víctimas de Piar, y dos en el Manuel Núñez Tovar, para un total de cinco.
Parientes también reportaron que varios de los pacientes en el Manuel Núñez Tovar han presentado infecciones respiratorias; lo que ha ameritado instalar bombonas de oxígeno.
Fuentes médicas señalaron que la sepsis o septicemia es una infección generalizada causada por diversos factores como bacterias, virus y hongos, que pueden provocar la muerte de un paciente si no es atendido de manera oportuna.
Detalló el especialista que existen varias causas de infección sepsis, entre ella la de piel y partes blandas. Por las condiciones en las que se encuentran las víctimas de la tragedia en Piar, su organismo está expuesto a cualquier bacteria. Aclaró la fuente que en el caso de estos pacientes presentan una infección generalizada de todo su organismo.
Así mismo, la septicemia es la segunda causa de muerte en las Unidades de Cuidados intensivos (UCI) de allí que el tema sea preocupante.
Los especialistas recomiendan tratar la infección de manera rápida con antibióticos intravenosos y medicamentos vasoactivos para incrementar la presión sanguínea; insulina para estabilizar el nivel de azúcar en sangre y corticosteroides para reducir la inflamación.
Estos tratamientos deben ser de forma intensiva en un lapso no mayor a las 3 horas.
Así como mantener el flujo sanguíneo a los órganos, lo que puede significar asistencia con oxígeno y líquidos por vía intravenosa; en casos graves, es posible que necesite diálisis renal o un tubo de respiración. Algunas personas necesitan cirugía para eliminar el tejido dañado por la infección.
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