En Venezuela hasta para estar preso hay que tener dinero, y en abundancia, así lo evidencia una reciente denuncia por parte de OVP (Observatorio Venezolano de Prisiones), en la que aseguran que en las cárceles, como el Internado Judicial de El Rodeo II y III, en Miranda, los reclusos deben pagar altas sumas de dinero y en monera extranjera para poder acceder a servicios básicos.
Según un comunicado del OVP, a la organización han llegado un sinfín de denuncias de este centro carcelario donde hasta para poder acceder a la visita conyugal los privados de libertad deben bajarse de la mula, según la publicación de Tal Cual.
Este tipo de visitas, muy comunes en cualquier centro de detención o carcelario, existen dos modalidades y con tarifas diferentes. La primera es que la visita conyugal de una hora que tiene un costo de 30 dólares, pero no pueden utilizar los espacios para tal fin y solo se efectúan los días de visitas familiares.
La segunda modalidad, según la denuncia de OVP, incluye pernocta, lo que se traduce en que la pareja del preso puede pasar toda la noche en el penal por un monto de 100 dólares; incluye la entrada al penal a las 5:00 de la tarde, cena y salida en horas de la mañana del día siguiente.
Los familiares, que prefirieron mantenerse bajo el anonimato, aseguraron a la ONG que los custodios adscritos al Ministerio Penitenciario se encargan de hacer algunos cobros, bajo el presunto conocimiento de los directores de estos recintos.
En ese sentido, relataron que en el interior de los penales instalaron unas bodegas improvisadas donde venden helados y arepas. Mientras tanto, a los familiares les disminuyeron los días de entrega de paquetería y los presos se ven obligados a comprar alimentos en estos negocios, sobre todo en las semanas de cuarentena radical cuando la movilización está restringida, refiere Tal Cual.
Una arepa o un helado pueden tener un costo de hasta un dólar, dependiendo de lo que pidan, mientras que por una comida pueden cancelar hasta cinco dólares. De la misma forma, para tener el beneficio de un tobo de agua deben pagar un dólar y así con el resto de los servicios.
Desde el OVP advirtieron que el simple hecho de estar preso y llegar a una de estas cárceles se convirtió en un motivo para que el interno deba pagar. «Los reclusos que recién ingresen a El Rodeo deben pagar entre 50 y 100 dólares a supuestos “pranes” para garantizar su integridad física u obtener algunos beneficios o cambios de celda», señala la nota de prensa.
Pero de acuerdo a lo dicho por lo familiares, en estos recintos no existe la figura del pranato y se trataría de una presunta extorsión auspiciada por el personal de custodia.
Familiares de los presos aseguran que ellos son los realmente perjudicados con esta situación, pues son ellos quienes deben conseguir el dinero para todo. Sentenciaron que en el Rodeo II y III todo se ha convertido en un negocio, a pesar de que la mayoría de los reos provienen de familias humildes que deben hacer malabares para conseguir 5 dólares por un plato de comida.
Con información de Tal Cual
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