“Los buenos somos más” fueron una de las palabras del profesor Hugo Francisco Peraza de la UDO Monagas quien encabezó la actividad en conmemoración del primer aniversario de la muerte del estudiante universitario Gerealdo Ledezma.
La actividad arrancó entre aplausos, lágrimas y un minuto de silencio. Familiares, amigos, compañeros y profesores del estudiante de Ingeniera en Sistemas se dieron cita en las inmediaciones de la Catedral de Maturín, Nuestra Señora del Carmen para recordar el vil asesinato y del mismo modo exigir justicia y protección a las instituciones educativas.
Los amigos más allegados a Ledezma no contuvieron el llanto al leer cartas dedicadas a quien consideraron un ejemplo del estudiantado venezonalo, en la lucha de un mejor país.
Grindelis Mago, madre del estudiante fallecido manifestó “siento que no han hecho justicia por la muerte de hijo. No se trata que atrapen a los autores materiales. ¿Qué ha pasado con la universidad?, miremos las condiciones en las que se encuentra, esto no valió para llamar a la reflexionar a las autoridades”.
De igual modo, Mago resaltó creer en la justicia divida porque a su juicio las terrenales no van a ir más allá “hacerle un llamado a las autoridades es hacer caso omiso de eso. Hasta ahora va un año y no hemos visto resultado de esto, seguirán pasado los días y no habrá respuesta. Tengo la esperanza de la justicia divida”.
Aunque días después del suceso que enlutó La Casa más Alta del oriente del país, el director nacional del Cicpc, comisario general Douglas Rico, visitó a Monagas para informar el esclarecimiento del caso, con la captura de uno de los implicados y la alerta internacional para aprehender a otro más.
El arrestado fue identificado como Carlos Brito Villaroel de 20 alias “El Titi”. Faltando por capturar a José Gregorio Herrera Medrano (20) El Goyito, hasta el momento autoridades no han dado más información sobre el paradero de este último, el cual se presume se encuentra fuera del país.
Aproximadamente a las 3:30 pm, Geraldo estaba junto a su novia, y se dirigían hacia los lados del comedor de la UDO cuando los delincuentes los abordaron para quitarle el teléfono celular a su la muchacha, pero él la apartó del medio para defenderla, recibiendo los tiros fulminantes.
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