Una fuerte ráfaga de disparos acabó con la tranquilidad que reinaba en el sector Primero de Mayo de la parroquia Las cocuizas. Sujetos empistolados acabaron con la vida de un joven de 27 años cerca de su residencia.
Ocurrió el domingo cuando al parecer, la víctima se dirigía a su vivienda en la misma comunidad y sus verdugos le seguían los pasos.
El relato de los cuerpos de seguridad indica que el muchacho de nombre Efraín Reinaldo Hernández al oír el primer disparo, corrió hasta su casa para refugiarse, al mismo tiempo que esquivaba el resto de las balas.
Desafortunadamente un proyectil lo alcanzó en la región intercostal izquierda y lo hizo caer al suelo herido de gravedad.
Hernández fue auxiliado por familiares y vecinos de la zona, quienes quedaron horrorizados con lo sucedido.
Nadie salió de su casa hasta sentirse seguros de que no regresaran los criminales y arremetieran contra otro vecino del sector.
En una moto lo trasladaron al hospital José Antonio Serres de Las Cocuizas, pero por la gravedad de la lesión ameritó ser referido al Manuel Núñez Tovar, donde murió.
Se conoció que para llevarlo al Humnt la ambulancia no contaba con gasolina; sus familiares se arriesgaron a trasladarlo moribundo en la misma unidad de dos ruedas.
A Hernández lo iban a meter a quirófano para extraerle la bala pero no resistió.
El cadáver fue llevado por especialistas del Servicio de Medicatura Forense hasta la morgue para la autopsia de rigor. Al mismo tiempo, expertos del Cicpc dieron inicio a las averiguaciones del caso.
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